Luego de que en 2007 Osiel Cárdenas Guillén, ex líder del Cártel del Golfo, fuera extraditado a Estados Unidos (EEUU), el capo tamaulipeco fue embestido por la mafia mexicana mientras se encontraba en una cárcel del país vecino y, a sorpresa de los guardias de seguridad, logró salir con vida.
Tras 12 años de permanecer en la prisión de máxima seguridad ADX Florence, ubicada en el estado de Colorado, Osiel fue atacado violentamente por un compañero de celda. La agresión fue registrada por las cámaras de seguridad del centro penitenciario.
En aquella ocasión era el 2 de septiembre de 2019. Los oficiales observaron que dos reclusos se acercaron al también ex líder de Los Zetas y acto seguido uno de ellos comenzó a propinarle patadas en la cabeza en repetidas ocasiones. Debido al impetuoso ataque, Osiel tuvo que ser hospitalizado inmediatamente , según reportes de Milenio.
Los agresores fueron identificados como Francisco García y Richard Santiago. El primero de ellos, de acuerdo con las investigaciones realizadas, pertenecía a la célula criminal conocida como “Los Sureños”, la cual estaba relacionada con la mafia mexicana y operaba en prisiones de EEUU.
Supuestamente Los Sureños le ordenaron a Francisco golpear a Osiel, quien había sido extorsionado y le exigían un pago de USD 10 mil. Debido a que se negó pagar dicha cantidad, el narcotraficante mexicano fue agredido de tal manera que le dejaron la nariz rota, según reportes del periodista Ángel Hernández.
Los guardias de seguridad que presenciaron el ataque indicaron que fueron “las peores patadas” que habían visto, por lo que les resultó impresionante que el ex líder del Cártel del Golfo no haya perdido la vida en la prisión de Florence, donde un par de meses antes había llegado otro famoso capo mexicano: Joaquín “El Chapo” Guzmán, quien hoy en día cumple una cadena perpetua.
Osiel Cárdenas, a un paso de salir de prisión
Mientras Cárdenas Guillén encabezó el Cártel del Golfo se encargó de supervisar los cargamentos de marihuana y cocaína que eran enviados a EEUU, principalmente a Houston y Atlanta. Un informe del Departamento de Justicia indica que entre julio de 2000 y septiembre de 2001, las autoridades estadounidenses incautaron más de dos mil kilos de droga atribuidas a Osiel.
Debido sus actividades criminales, Osiel fue detenido en marzo de 2003, tras un intenso operativo del Ejército que culminó en una balacera. Su captura se registró en la colonia Satélite de Matamoros, Tamaulipas, estado donde es originario.
Para ese entonces, el capo mexicano ya enfrentaba una acusación en el Distrito Sur de Texas. Cuatro años después de su aprehensión, en enero de 2007, Cárdenas fue extraditado a EEUU. Entre los delitos que se le señalaban se encontraba amenaza contra agentes federales.
Y es que Osiel también era conocido por la violencia que llevaba a cabo. En 1999 protagonizó dos actos intimidatorios en contra de autoridades del país vecino. En mayo de dicho año amenazó de muerte a un ayudante del sheriff del condado de Cameron por negarse a entregar un cargamento de marihuana. Posteriormente, en noviembre un elemento de la DEA y otro del FBI fueron encañonados por Osiel y sus sicarios en Matamoros.
Fue hasta el 2012 que Cárdenas Guillén fue condenado a 25 años de prisión, además de que se le ordenó pagar USD 50 millones a EEUU por sus actos ilegales. Pese a ello, su fecha de liberación está programada para agosto de 2024.