Lanzan petición de Change.org contra la distribución de textos gratuitos de la SEP; éste es el motivo

La petición fue lanzada el pasado sábado 22 de julio y hasta el momento lleva más de 8 mil firmas

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Alma Maldonado, investigadora del CINESTAV, es la autora de la petición. (Impresión de pantalla Change.org)
Alma Maldonado, investigadora del CINESTAV, es la autora de la petición. (Impresión de pantalla Change.org)

Alma Maldonado, investigadora del Departamento de Investigaciones Educativas (DIE) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (CINESTAV) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), lanzó una petición en la plataforma Change.org con la intención de que se detenga la distribución de los libros de texto gratuito que elaboró la Secretaría de Educación Pública (SEP) para los niveles primaria y secundaria en la llamada Nueva Escuela Mexicana.

La petición se inició el pasado sábado 22 de julio y hasta el momento lleva 8 mil 192 firmas. En ella se explica que hasta el año pasado, los seis grados de educación primaria incluían libros de español, ciencias naturales, geografía, historia, matemáticas y lecturas, además de que por la importancia en la estructura del pensamiento lógico y la comunicación con la sociedad, los libros de español y matemáticas tenían amplio espacio para ejercicios y hasta para recortar figuras geométricas.

Se menciona que en el nuevo esquema de los libros de texto de la SEP, los niños no tienen libros para español, matemáticas, ciencias naturales, geografía, biología, salud, historia universal y de México, por lo que no aprenderán el razonamiento lógico de las matemáticas ni profundizarán sus conocimientos en español o tendrán libros de lectura, y en vez de eso, los niños aprenderán, supuestamente, haciendo proyectos que los profesores escogerán de los nuevos libros.

También se señala que la pérdida educativa es especielmente crítica en la secundaria, pues antes, por cada materia, las maestras y maestros podían escoger entre 10 a 16 libros aprobados por la SEP y suministrados por editoriales de la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana (CANIEM). Ahora, se desaparecen todos estos libros y reducen la secundaria a un esquema similar a la primaria, sin libros de materias y solo con dos libros de referencia y de cápsulas educativas sin ningún orden ni secuencia, se explica.

(Impresión de pantalla)
(Impresión de pantalla)

Además, se dice que los nuevos libros que se han revisado, están llenos de errores y es evidente que sus autores se niegan a presentarlos oficialmente, para evitar que sean evaluados por expertos pues desean imponerlos en este nuevo año escolar.

En un cuarto punto, se explica que la desaparición de las materias que han sido parte escencial de la experiencia educativa en primaria y secundaria va a impedir que la niñez pueda aprender de manera sistemática. “Con ellos podían reafirmar en el aula y en casa lo aprendido. Un año perdido en aprendizaje, aunado a los problemas que derivaron del cierre de las escuelas en la pandemia va a tener efectos cognitivos quizás irreversibles. Trabajar con “proyectos sociocríticos interdisciplinarios” podría ser factible si existieran recursos adecuados y capacitación docente. De hecho, este tipo de proyectos ya se usan en salones de clases, pero de ninguna manera sustituyen la enseñanza de las disciplinas porque no todos los temas pueden ser profundizados y ejercitados a través de proyectos”, se lee.

En los comentarios de la petición, pueden leerse algunos como: “Me interesa que la educación en México siga siendo de calidad, con textos comprobados y controlados por personal competente, que garanticen su eficacia para la enseñanza, y no experimentar con la educación de los niños”; “No cumplen con los parámetros mínimos de la pedagogía”; “No estoy de acuerdo con el nuevo sistema de educación para primarias y secundarias”; No estoy de acuerdo en la ideología que pretender implantar en los niños mexicanos”; “La verdadera inclusión es la generar seres pensantes y empáticos, y no obligarlos a creer que “todxs” es ser incluyentes, en donde estos libros no aportan un conocimiento real al alumno” (sic), entre otros.

Además, Alma Maldonado, autora de la petición, posteó algunos comentarios en su cuenta de Twitter, señalando que “Criticar los libros de texto no es criticar el trabajo de las y los docentes que participaron en ellos. Si el proceso hubiera sido ejemplar ¿por qué ocultaron la información por 5 años?, ¿por qué no nos cuentan quiénes, cuántos y cómo participaron?” y “No puede ser que al gobierno no le importe la educación pública”.

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