Sentencian a profesor de Sinaloa que mató a su alumna de 13 años por temor a que su esposa se enterara que era su “amante”

La víctima era estudiante del imputado en la telesecundaria número 35 en la comunidad Higuera de Los Natoches, en la comunidad El Fuerte, al norte de Sinaloa

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La menor fue encontrada sin
La menor fue encontrada sin vida en 2015 (Especial)

Rubén Ayala, un maestro de secundaria de 52 años, fue sentenciado a 42 años y seis meses de cárcel por el delito de femincidio, tras el asesinato de la adolescente María Fernanda “N”, de 13 años de edad. Esto sucedió porque el profesor se quizó deshacer de la joven, quien también era su alumna, para que su mujer no se enterara que mantenía una relación extramarital con ella.

La víctima era estudiante de Ayala en la telesecundaria número 35 en la comunidad Higuera de Los Natoches, en la comunidad El Fuerte, al norte de Sinaloa. El profesor fue acusado del delito de feminicidio y lesiones inflamantes, con el agravio de que existía un vínculo sentimental entre ambos siendo ella menor de edad.

Fue encontrada sin vida el 13 de abril de 2015 en una área agrícola ubicada a un costado de la carretera El Fuerte-El Carrizo, después de que fuera vista por última vez el 7 de abril, cuando salió de su domicilio en la comunidad El Carricito, supuestamente para ir hacer una tarea en un cibercafé, y ya no regresó.

Investigadores de la Procuraduría General de Justicia del Estado recabaron testimonios en los días posteriores, y de esa manera supieron que un profesor de la telesecundaria donde estudiaba María Fernanda solía llevar en su camioneta, al término de las clases, a varios alumnos que vivían en puntos relativamente alejados en las comunidades El Carricito, Las Higueras y El Ranchito.

Dos días después de que la menor fuera hallada sin vida, el 15 de abril, Ayala fue llamado a declarar ante el Ministerio Público. Sin embargo, los agentes habrían detectado varias contradicciones en su testimonio, y tras confrontarlo y acorralarlo en sus distintas versiones, el maestro habría terminado por confesar el crimen.

Ayala detalló que primero intentó asfixiar a la menor, pero al verse imposibilitado por la resistencia que opuso la menor en suintento por defenderse, tomó una pala que utilizaba para trabajos de jardinería y la golpeó con el mango en la cabeza hasta dejarla inconsciente y, presumiblemente, sin vida. Antes de deshacerse del cadáver de la menor en un punto remoto de la carretera, el maestro, en un intento por borrar toda evidencia —marcas, rasguños, cicatrices— que lo pudiera vincular con el asesinato, incineró a la menor.

El maestro detalló que ese día había quedado de verse con María Fernanda cerca del panteón de la comunidad de Mochicahui, después de que hubiera dejado en sus casas a varios de sus alumnos que vivían en poblados no muy alejados del plantel. En ese punto pasó por ella y de ahí la llevo a una zona de “tierras agrícolas”, donde ambos discutieron, y después sucedió el crimen. El profesor confesó que tomó la decisión de acabar con la vida de la menor por temor a que su esposa se enterara del engaño.

Un día después de su declaración se decretó su detención por urgencia y fue puesto a disposición del Agente del Ministerio Público Especializado en Homicidios Dolosos y consignado al Juez del Distrito Judicial El Fuerte.

Luego de las investigaciones llevadas a cabo por la Agencia del Ministerio Público de El Fuerte, el 17 de abril de 2014 se calificó de legal su detención y el 23 de abril de 2014 se le dictó auto de formal prisión. El 11 de julio de 2023 se le dictó sentencia condenatoria, la cual fue notificada el día 12 de julio de 2023, y fue apelada en el mismo acto.

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