Dinamitarlos vivos, la infame estrategia de un operador del CJNG para “deshacerse” de sus rivales

Heriberto Acevedo solía colocar explosivos en los cuerpos de sus enemigos cuando aún estaban vivos, para después detonarlos y asesinarlos

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El CJNG ha usado explosivos
El CJNG ha usado explosivos para atacar a las autoridades y grupos rivales (Foto: Cuartoscuro)

Desde hace una década, las organizaciones criminales de México han usado explosivos para llevar a cabo sus actividades criminales. Sin embargo, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) fue de los primeros en adoptar un cruento método para matar a sus rivales: colocarles dinamita en sus cuerpos y estallarlos cuando aún estaban vivos.

Cuando Heriberto Acevedo Cárdenas fue abatido, las autoridades revisaron su teléfono celular y encontraron una serie de videos en los que se mostraban a sujetos torturados. Algunos de ellos tenían artefactos explosivos adheridos a su cuello y pecho que posteriormente eran detonados.

Acevedo Cárdenas, también conocido como “El Gringo”, era jefe de plaza del CJNG en el municipio de Tlajomulco de Zúñiga, Cocula, Zacoalco de Torres, Atemejac de Brisuelas y Tapalpa. Antes de perder la vida, contaba con dos órdenes de aprehensión por homicido y robo calificado, además de estar involucrado en el tráfico de drogas.

El 23 de marzo de 2015 El Gringo fue abatido tras enfrentarse con elementos de la Fuerza Unión Jalisco en la carretera libre a Colima, a la altura del municipio de Zacoalco de Torres. Otros tres sujetos perdieron la vida en aquella ocasión, con lo cual se pudo conocer una de las tácticas más infames del “cártel de las cuatro letras”.

El Ejército encontró varias minas
El Ejército encontró varias minas del grupo criminal. (Twitter/@CODIGO_NEGROMX)

Dinamita para matar

Tras el enfrentamiento, las autoridades procedieron a inspeccionar los celulares de los cuatro narcotraficantes. En el teléfono de El Gringo encontraron un peculiar video en el que se observa a un adulto sometido con la cara ensangrentada, así como a un menor de edad de aproximadamente 10 años que tenía un “tubo de dinamita” pegado a su cuello, según se aprecia en las grabaciones a las que tuvo acceso Reforma.

El niño de sudadera azul estaba rodeado por al menos cuatro sicarios, miraba fijamente a la cámara y emitía unos llantos de desesperación, pues sabía que la técnica usada por el CJNG consistía en dinamitar vivos a los miembros de los grupos rivales.

En el mismo video aparece un sujeto de playera negra que estaba maniatado con cinta adhesiva. En su pecho tenía un explosivo parecido al que tenía el menor en su cuello. Luego de ser torturado y golpeado, dicho individuo se encontraba recostado en el suelo. Fue en ese momento cuando los agresores se le acercaron para encender la mecha y activar la dinamita.

Después de un corte en la grabación, se observa una toma general de una zona boscosa. Acto seguido se ve una explosión a lo lejos, mientras los sicarios celebraban con gritos de júbilo el asesinato que acababan de perpetrar.

El Gringo fue abatido en
El Gringo fue abatido en 2015 tras un enfrentamiento con las autoridades en el municipio de Zacoalco de Torres (Foto: Fiscalía Jalisco)

Se presume que este tipo de métodos fueron adoptados por El Gringo, quien los empleó en un par de ocasiones contra sus enemigos. Sin embargo, el video que fue encontrado en su celular es el único registro gráfico de esos cruentos procedimientos.

Si bien la dinamita se siguió utilizando, ya no se manejó de la misma manera. Con el paso del tiempo las tácticas fueron cambiando y ahora los explosivos son activados a distancia, como se vio en el ataque registrado en Tlajomulco de Zúñiga, Jalisco, el pasado 11 de julio del año en curso, en el que fallecieron seis personas, entre las que se encontraban agentes estatales, municipales y civiles.

El hecho de que los explosivos pueden ser controlados vía remota aumenta su peligrosidad, pues pueden ser detonados mediante una señal de celular, lo que dificulta su rastreo. Debido a ello, estos actos incluso pueden considerarse como “terroristas”, ya que algunos de los ataques están dirigidos a la población civil.

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