Dos grupos del crimen organizado, Los Ardillos y Los Tlacos, han sido los principales responsables de la ola de violencia que se vive en Chilpancingo, Guerrero. Su objetivo es controlar el territorio para llevar a cabo una serie de actividades ilícitas, como narcomenudeo, extorsiones y cobros de derecho de piso. Sin embargo, también han mostrado interés en las rutas del transporte público.
Lo anterior se vio reflejado en los múltiples disturbios que comenzaron desde el sábado 8 de julio, durante los cuales se reportó el fallecimiento de seis choferes, ya que se presume que Los Tlacos son respaldados por los taxistas de la región para controlar las entradas a la capital guerrerense.
La irrupción de Los Tlacos en Guerrero ha sido denunciada incluso por las diputadas perredistas Elzy Camacho Pineda (del distrito de Coyuca de Catalán) y Susana Paola Juárez (del distrito de Teloloapan), quienes enviaron un documento a la gobernadora Evelyn Salgado el pasado 8 de abril para solicitarle una audiencia debido a las amenazas recibidas por dicha banda delictiva.
“La vida de la población y la nuestra están en peligro debido a las constantes amenazas del grupo delictivo denominado Los Tlacos, quienes nos han dejado claro, a través de llamadas telefónicas y mensajes, que cualquiera de los ciudadanos que radican en la región de Tierra Caliente y zona Norte, que pasemos por la ciudad de Chilpancingo, atentarán con nuestra integridad física, poniendo en riesgo nuestra vida”, indicaron en la misiva.
De acuerdo con el obispo Salvador Rangel Mendoza, Los Tlacos entraron a Chilpancingo desde hace dos años y medio aproximadamente. Desde aquella ocasión “ha sido un verdadero desmadr*, no ha habido control de nada, ha habido muchas irregularidades”, comentó en entrevista para El Sur de Acapulco. Y es que durante ese tiempo, este grupo criminal ha perturbado el orden en la capital.
Los Tlacos incendian negocios en Chilpancingo
Las revuletas más recientes protagonizadas por Los Tlacos -autonombrados también como el “Cártel de la Sierra”- ocurrieron en la madrugada del 20 de febrero del año en curso en Chilpancingo, donde nueve locales fueron incendiados porque supuestamente se negaron a pagar el derecho de piso que les exigían.
En aquella ocasión, un grupo de sujetos armados atacaron diversos locales que se encontraban en el mercado Baltazar R. Leyva, además de prenderle fuego al restaurante “El Marino”, ubicado a un costado de la Autopista del Sol. Durante estos hechos se reportó el fallecimiento de dos hombres.
De acuerdo con el periodista Salvador García Soto, los incendios habrían sido provocados por integrantes de Los Tlacos que se dedicaban a la extorsión. No obstante, este grupo criminal también ha buscado controlar los precios de algunos productos de la canasta básica.
Los Tlacos imponen precio a la tortilla
A mediados de agosto del año pasado, en Iguala se desplegaron unas cartulinas atribuidas a Los Tlacos en el que se anunciaban los “nuevos precios” para las tortillas. Los mensajes se colocaron en los establecimientos de masa y los negocios de ese giro comercial.
“A partir del día 15 de agosto, por apoyo a las familias igualtecas”, se leía en los mensajes. Los costos impuestos por la banda delictiva eran: 21 pesos por kilo de tortilla; 12 pesos por kilo de masa y 19 pesos por kilo de tortillas para taquerías.
Ante este tipo de comunicados, algunos locales optaron por cerrar sus puertas, debido a que temían posibles respresalias por no respetar el precio que fue impuesto. Sin embargo, en octubre de 2021 integrantes del crimen organizado ya habían intimidado a los comerciantes de Iguala para bajar el percio de sus productos.
Los Tlacos amenazan al alcalde de Iguala y a Los Ardillos
En octubre de ese mismo año se difundió un video de Los Tlacos en redes sociales en el que mandaron un mensaje al alcalde de Iguala, David Gama Pérez, para advertirle que ellos se encargarían de las actividades de seguridad en el municipio.
Asimismo, amenazaron con asesinar a funcionarios de dicha administración. Esto ya que señalaban presuntas alianzas con Jesús Brito, alias El Marranero, entonces líder de Guerreros Unidos. “Metiste a gente de afuera a querer controlar la ciudad (...) Todo lo armaste con ‘Chucho Brito’ (...) Siéntate a arreglar con los dueños de la plaza, si no uno por uno van a ir cayendo”, advirtieron.
Aunque las amenazas no fueron concretadas, a principios de junio de este 2023 Los Tlacos emitieron una “declaratoria de guerra” en contra de Los Ardillos, el otro grupo criminal que busca controlar Chilpancingo.
“Nosotros somos Los Tlacos, quemamos unos taxis de Petaquillas y no nos escondemos para decirlo”, se leía en una publicación de la página “Crónicas comunitarias”, en la que se hacía referencia a los vehículos atacados en la noche del 6 y madrugada del 7 de junio.
En la declaratoria también acusaban a Los Ardillos de intentar apropiarse de las unidades del transporte público en el circuito Río Azul, las cuales eran usadas para realizar bloqueos, según reportes de Milenio. En ese sentido, anunciaron una “limpia” en la zona, la cual posteriormente se vio reflejada en enfrentamientos armados.
Si bien la llegada de Los Tlacos a Chilpancingo es relativamente reciente, sus orígenes se remontan entre los años 2015 y 2016. Reportes de inteligencia indican que su centro de operaciones se encuentra en Heliodoro Castillo, cuya cabecera municipal es Tlacotepec; de ahí su nombre de “Los Tlacos”.
En su momento eran liderados por Onésimo Marquina Chapa. Actualmente también tienen presencia en Cocula, Eduardo Neri y Leonardo Bravo. Sus principales rivales son Los Ardillos y La Familia Michoacana.