Las hemorragias nasales también son conocidas como epistaxis y suelen ser comunes, ya que ocurren en el momento en que se rompen los vasos sanguíneos sensibles que se encuentran en la nariz. Las causas más típicas de este padecimiento pueden ser los cambios estacionales, la sequedad, el rascarse, la ingesta de algunos medicamentos y por lesiones.
Los sangrados nasales pueden ser más severos en personas que siguen tratamientos con anticoagulantes, sin embargo, la mayoría de las veces, estos no son más que una molestia y no representan un verdadero problema médico, motivo por el cual se dio a conocer que existe una planta medicinal que ayuda a tratar estas hemorragias.
Su nombre científico es Arracacia atropurpurea (Lehm.) Benth. & Hook, pero es más conocida como carrizo chico y algunos otros nombres con los que cuenta son carrizillo de monte, hierba del borrego y en Estado de México como nchinfi (otomí) o ramichi (mazahua).
Es una planta originaria de México y Bolivia, se trata de un arbusto que puede llegar a medir hasta 2 metros de altura, presenta un tallo un poco grueso con ramas que tienen pelillos lanosos - estrellados. Sus hojas son más anchas en su base y más angostas en la punta, con el haz y el envés aterciopelados al tacto, de color verde y tiene flores de color morado o blanco y sus frutos son globosos y con una tonalidad amarilla.
¿Para que sirve el carrizo chico?
Algunos de sus usos de acuerdo con la Guía de plantas medicinales en el Valle de México perteneciente al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) puede llegar a tratar hemorragias vaginales, para ello se deberán hervir aproximadamente 3 gramos de la planta, dejar reposar la infusión y posteriormente beberla. Para contrarrestar hemorragias nasales, en este caso se tendrá que moler la planta hasta que se convierta en polvo para poder combinarla con vinagre para posteriormente ser aplicada con un trapo, la cantidad a utilizar es una gota en cada fosa nasal.
Para deshacerse de las lombrices, para esta función se deberán cocer algunos tallos y hojas para posteriormente dejar reposar el té y finalmente beber el resultado. Dicha planta en estados del país como Chiapas, Hidalgo, Puebla y Veracruz, donde le atribuyen propiedades analgésicas, desinflamatorias y desinfectantes, motivo por el cual frecuentemente se emplea para contrarrestar diversos padecimientos y lesiones relacionadas con la piel.
Cuando se busca utilizar en forma de analgésico es para tratar cólicos, para ello se realizan baños para el dolor de vientre, en el caso de las mujeres normalmente causado por frialdad, molestias asociadas con el aparato reproductor o urinario.
En el momento que se llevan a cabo vaporizaciones locales son para auxiliar en el dolor de huesos o de muelas. Cuando se quiere emplear como antiinflamatorio, se bebe una infusión en los casos en los que se presenta inflamación de hígado o en su defecto se esparce sobre la superficie afectada.
Mientras que como desinfectante se emplea la planta completa o su fruto en forma de fomentos o baños con la finalidad de poder heridas, lastimaduras, granos, moretones, llagas y disipela. Para curar el chincual en los infantes, se deberán hervir sus hojas junto con las de guácima y al momento de enfriarse se calientan las pompis, los hombros y las plantas de los pies de la persona enferma, posteriormente se abriga y se le duerme.
También para la curación de heridas o llagas es recomendable calentar las hojas en las cenizas de un fogón para después aplicarlas directamente, o en su defecto, que se dejen calentar toda una noche y más adelante envolverlas en una tela para poder cubrir con ellas el área afectada o que se desee curar.