Por qué el 6 de julio es el Día Internacional de beso robado

El 6 de julio se celebra el Día Internacional del Beso Robado, de acuerdo con el periódico The Sun, una festividad que cada año gana más popularidad. Pero, ¿por qué se celebra este día y cuál es su origen que parece ser desconocido?

Según el diario El Comercio, esta celebración se remonta a la Gran Bretaña del siglo XIX, donde los hombres solían robar besos a las mujeres que les gustaban. Con el tiempo, esta práctica pasó de generación en generación y recientemente se volvió muy popular en muchas partes del mundo. Y aunque no ha sido declarado oficialmente, cada que llega este día las redes sociales se llenan de imágenes alusivas.

La idea detrás del Día Internacional del Beso Robado es celebrar el amor y la pasión, pero trae a la mesa un tema de suma importancia pues destaca la necesidad del consentimiento en las relaciones amorosas. Este tipo de acercamiento podría parecer romántico en el mundo cinematográfico, pero en la vida real, incluso puede ser una forma de acoso y violencia cuando la otra persona no lo consienta.

Aunque el origen de esta práctica es desconocido, si se sabe cuál fue el beso robado más famoso y polémico a nivel internacional. Fue el artista Alfred Eisenstaedt quien capturó una fotografía en la que se observa a un marinero besando a una enfermera en el Times Square en Nueva York, Estados Unidos, el 14 de agosto de 1945, en el marco del fin de la Segunda Guerra Mundial.

De acuerdo con la prensa estadounidense, el hombre de la fotografía es George Mendonsa quien se encontraba celebrando el fin del segundo acto bélico más grande de la historia moderna. Por otro lado, la supuesta enfermera era realmente una asistente dental de nombre Greta Zimmer, quien se encontraba por la zona al momento del anuncio.

Ambos individuos dijeron que antes de aquel suceso no se conocían y Mendonsa declaró a los medios que el acto no fue algo romántico, sino una forma de celebrar que la guerra había terminado. Sin embargo, el hecho se encuentra en el centro del debate sobre las acciones sin consentimiento explícito.

Según la Amnistía Internacional, se trata de un límite claro entre lo que expresamente un individuo acepta hacer, es la manifestación libre del acuerdo de voluntades para hacer cualquier acción en una relación sexo-afectiva y destaca que este debe ser libre, informado, concreto, reversible, pues consentir una vez no significa haberlo hecho para siempre, y entusiasta, es decir, que un “no” puede muchas veces no ser dicho explícitamente sin que ello signifique que existe voluntad para continuar con cualquier acto.

De acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Violencia en el Noviazgo (ENVIN) 2021, los adolescentes mexicanos entre 15 y 17 años han sufrido violencia psicológica en un 76%, violencia sexual en un 17% y física en un 15%. Y si bien es cierto que hay múltiples factores que se entrelazan en esta problemática, uno de ellos es la falta de consentimiento de la persona que fue agredida.

En México, la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia tipifica como violencia contra las mujeres y niñas cualquier acción basada en su género u omisión (como la falta de consentimiento) que les cause daño o sufrimiento psicológico, físico, patrimonial, económico, sexual o la muerte tanto en el ámbito privado como en el público.

Frente a ello, la Amnistía Internacional insiste en que ante la duda es mejor detenerse y preguntar, pues el consentimiento se trata de una práctica que se basa en la comunicación y respeto.