El 18 de septiembre de 2009 un hombre desató terror dentro de la estación Balderas del Metro de la Ciudad de México. Eran alrededor de las 17:15 horas de ese día, cuando el sujeto comenzó a disparar, dejando a dos personas sin vida y a otras siete heridas.
Todo comenzó cuando Víctor Manuel Miranda Martínez, policía adscrito al personal de vigilancia de las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo (STC), notó que uno de los usuarios se encontraba haciendo pintas sobre una de las paredes del andén con dirección a Indios Verdes.
Al percatarse de dicho acto, se dirigió a la persona — identificada como Luis Felipe Hernández Castillo, de 38 años— con el propósito de confrontarla, sin embargo, nunca imaginó que el llamado de atención derivaría en un violento enfrentamiento.
Ambos comenzaron a forcejear, la pelea cuerpo a cuerpo duró una fracción de segundos, pues en medio de los jaloneos, Hernández Castillo sacó un arma (un revólver 38 especial) con la que comenzó a disparar en contra del policía. Al menos seis tiros acabaron con la vida del elemento de seguridad.
Minutos después de lo ocurrido se puede ver a otro oficial intentando someter al agresor sin éxito, debido a que esté nuevamente comenzó a disparar.
Los hechos narrados fueron captados por las cámaras de seguridad del Metro, el video fue transmitido en televisión nacional. En el material se puede ver que, de manera paralela al ataque, a la multitud de personas que se encontraban en el andén.
Los disparos fueron al señalar que desató pánico, algunas personas huyeron en dirección a la entrada de las instalaciones, otras más optaron por resguardarse dentro de los vagones.
Luego de que la multitud se dispersara, se puede ver a un hombre salir de uno de los vagones con el fin de detener a Luis Felipe Hernández. Sin titubeos, el usuarios del metro (quien poco después fue identificado como Esteban Cervantes Barrera) intenta derribar a su objetivo, sin embargo, la embestía no fue suficiente.
Aún pese a recibir múltiples disparos, Cervantes no retrocedió, por el contrario, en al menos cinco ocasiones más buscó someter a su agresor, sin embargo, sus esfuerzos se vieron frustrados. Todo concluyó cuando Luis Felipe le disparó en la cabeza.
Luego de haber asesinado a dos hombres, es sujeto armado permaneció dentro de uno de los vagones por al menos nueve minutos, lanzando disparos al aire, gritando consignas contra el gobierno y mensajes religiosos; algunos medios que reportaron el hecho en aquel entonces refirieron que el sujeto llegó a afirmar que sus acciones fueron perpetradas “en nombre de Dios”.
Al lugar arribaron elementos de la policía judicial del entonces Distrito Federal (hoy Ciudad de México), quienes por un lado ayudaron a evacuar la zona. En tanto al menos una decena de ellos se desplegaron en el andén, en donde efectuaron la detención.
Poco después de la aprehensión, el entonces titular de la ex Procuraduría de justicia del DF, Miguel Ángel Mancera, dio a conocer que en sus primeras declaraciones ante las autoridades, Hernández Castillo no mostraba arrepentimiento por lo sucedido, además, dijo haber encontrado sus motivaciones en las Escrituras y aseguró ser “un mensajero” de los peligros del deterioro ambiental.
“Se erige en un momento como un mensajero, como alguien que tiene que difundir esto a la población”, detalló Macera.
Pese a los informes psiquiátricos, en junio de 2010, el hombre recibió una sentencia de 151 años y ocho meses de prisión, ya que las autoridades determinaron que el agresor fue consiente de su actuar.
Luego de casi 14 años de la tragedia, un caso similar se volvió a presentar: la noche del 5 de julio de 2023 una persona fue atacada a quemarropa al interior de la estación Bellas Artes en la Línea 8 del Metro.