Hipólito Mora fue brutalmente asesinado la mañana del 29 de junio en la comunidad de La Ruana, cuando se dirigía a su hogar, por presuntos sicarios del grupo criminal denominado Los Viagras. La emboscada de dicha estructura delictiva le dio cumplimiento a las múltiples amenazas que el exlíder de autodefensas había recibido.
De acuerdo con las primeras indagatorias de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Michoacán, en el ataque participaron alrededor de 25 personas, quienes dispararon por lo menos mil balas de alto calibre contra las dos camionetas en las que viajaban Hipólito Mora y sus escoltas.
“Estimamos una participación de alrededor de 25 personas en el ataque. Vamos a solicitar las órdenes de aprehensión y en su momento se habrá de informar sobre las posibles detenciones”, fueron las palabras del fiscal Adrián López Solis al anunciar que irían en contra de los responsables.
Sin embargo, el constante asedio de Los Viagras a la comunidad de La Ruana llegó a su punto más álgido con este lamentable suceso, por lo que las y los pobladores han manifestado su hartazgo y disposición a actuar por su cuenta, ya que el gobierno local no lo ha hecho.
Entre las personas decididas a tomar las armas en caso de que se mantenga la impunidad en la región está Guadalupe Mora, hermano de Hipólito. Un día después de la masacre, en una entrevista para Excélsior,
“Si las autoridades no hacen su trabajo, si no nos hacen justicia, vamos a tener que hacerlo nosotros, vamos a agarrar las armas”, comentó en su conversación con el periodista Pascal Beltrán del Río.
Su posicionamiento fue ratificado durante un homenaje que se realizó el fin de semana en el Panteón de Felipe Carrillo Puerto (nombre oficial de La Ruana). Al hablar frente a las y los habitantes que acudieron a despedir al exlíder de autodefensas, Guadalupe Mora emitió un mensaje dirigido al gobernador Alfredo Ramírez Bedolla y al presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si ustedes no nos garantizan la seguridad en el municipio [de Buenavista], si no garantizan la seguridad en La Ruana, nosotros nos levantamos en armas porque así lo dijo mi hermano”, fueron sus declaraciones, según reportó la periodista Miriam Moreno para Grupo Fórmula.
Aparentemente, Mora tendría el total apoyo de una gran parte de la comunidad, pues además del sentimiento compartido de coraje y hartazgo, su hermano Hipólito pidió en una carta póstuma que hicieran lo necesario para continuar su lucha.
“Que mi muerte no sea en vano, y tanto mi familia como mis amigos y mis fieles seguidores hagan lo que tengan que hacer para que la lucha que yo empecé siga siendo por una causa justa para los ciudadanos”, pudo leerse en el texto difundido horas después de su muerte.
En palabras de Olivia Mora, su hermana, la máxima prioridad para él siempre fueron las personas que vivían en La Ruana. “Para él [Hipólito] estaba primero el pueblo, para él lo más importante era su gente”, dijo durante el homenaje en el panteón.
Aunque Guadalupe Mora ha acusado directamente a Nicolás Sierra Santana, alias “El Gordo” o “El Coruco” —líder de Los Viagras— de ser el responsable del asesinato, no existe hasta el momento una versión oficial que permita identificar a las personas involucradas.
De igual manera, se planteó la hipótesis de que podría haber algún grado de complicidad por parte del Ejército Mexicano y las instituciones locales de seguridad, pues no había agentes cerca al momento del ataque e incluso horas antes, según los reportes disponibles, los militares abandonaron su base de operaciones de La Ruana, ubicada a nueve calles de donde sucedió la matanza.