Cata de mezcal, el paso a paso de cómo tomar esta bebida ancestral

El mezcal, contrario al tequila, puede tener una amplia gama de sabores y olores que van desde su tradicional sabor ahumado hasta notas florales y frutales

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El mezcal proviene directamente con los azúcares extraídos de las cabezas maduras de los agaves. Es gracias a la diversidad de agaves desde los cuales se puede extraer esta bebida que tiene una amplia gama de sabores y olores. (Pexels)
El mezcal proviene directamente con los azúcares extraídos de las cabezas maduras de los agaves. Es gracias a la diversidad de agaves desde los cuales se puede extraer esta bebida que tiene una amplia gama de sabores y olores. (Pexels)

México es reconocido mundialmente por sus destilados y fermentados de tradición ancestral, y aunque el tequila es la bebida alcohólica más popular, existen otras como el mezcal que también ha impresionado paladares alrededor del mundo. En la cocina mexicana se le pone limón y sal a casi todo y el mezcal no es la excepción, sin embargo, esta práctica nacionalmente seguida ha despertado controversia y acalorados debates en torno a la forma en la que debe ser consumido para poder apreciar a profundidad el sabor y olor tradicional.

Tanto el orden en que se consume como la técnica para tomarlo puede marcar una gran diferencia en la degustación del mezcal.

Por eso en Infobae México le pedimos a Bing, la herramienta de inteligencia artificial en chat de Microsoft, que esclareciera el enigma de la degustación de esta bebida ancestral.

Mezcal, ¿con limón o solito?

Para degustar el destilado factores como la posición de la lengua y la respiración pueden ser cruciales. En términos generales, la temperatura, las pausas para beberlo, la apreciación del color y olor antes de ingerirlo, y los alimentos de acompañamiento son algunas de las directrices que guían la ruta adecuada del mezcal, desde la boca hasta el estómago.

El mezcal es una bebida compleja, aquí te presentamos algunas directrices para una amplia degustación de este destilado de agave. (Infobae México/ Jovani Pérez)
El mezcal es una bebida compleja, aquí te presentamos algunas directrices para una amplia degustación de este destilado de agave. (Infobae México/ Jovani Pérez)

Escoger un mezcal bien marcado, preferiblemente entre los 35 a 45 grados de alcohol

Optar por una opción dentro de ese rango te ayudará a disfrutar del sabor, de lo contrario podrías saturar las papilas gustativas mientras lo mantienes en la boca.

Conocer el mezcal antes de beberlo

Si bien los más experimentados en las catas podrían identificar los sabores con un pequeño sorbo, para quien comienza en la degustación de la bebida le puede ser útil tener un marco de referencia sobre los posibles sabores y olores a identificar. El mezcal puede tener aromas a frutas, flores, hierbas, especias, madera, humo, entre otros.

Besar el mezcal, no beberlo por completo

Contrario a la creencia popular, llenarse la boca con alimentos o bebidas no es sinónimo de mayor degustación. Por el contrario, tomar un pequeño sorbo y dejarlo unos segundos en la boca antes de tragarlo puede ayudar a disfrutar aún más los sabores.

Olvidarse del limón y la sal, el mezcal se toma solo

Aunque esto es controversial, se recomienda no contaminar la esencia del mezcal con el sabor ácido del limón. Sin embargo, esta es sólo una recomendación, no una máxima que debe ser seguida en todas las ocasiones.

Saborearlo

Después de tomar el pequeño trago inicial, es importante esperar unos segundos antes de seguir bebiendo. De esta manera dejarás que tus papilas gustativas sigan identificando la complejidad de la bebida.

Observar el color del mezcal desde diferentes ángulos

Fíjate en su color y en su transparencia. El mezcal puede ser transparente o tener un tono dorado o ámbar, dependiendo del tiempo que haya pasado en barrica. Este tipo de información te dará una mejor idea del sabor que estás percibiendo.

Saborearlo desde cuatro puntos de la boca

Aunque se ha demostrado que la teoría de que los sabores se perciben en diferentes áreas de la lengua es falsa, se ha encontrado que ciertos sabores se perciben más en ciertas áreas de la lengua. Por ejemplo, los sabores dulces se perciben más en la punta de la lengua, mientras que los sabores amargos se perciben más en la parte posterior de la lengua. Los sabores salados se perciben en los lados y los sabores ácidos se perciben en los bordes frontales. Tratar de identificar el lugar de la estimulación puede ayudarte a reconocer sabores.

Sentirlo con la punta del dedo

La densidad se puede identificar con la lengua, sin embargo, el tacto de la punta de los dedos es útil para reconocer detalles muy sutiles.

Darle un trago corto y pasarlo sin abrir la boca

Si bien es cierto que respirar por la boca después de tomar alcohol es una práctica extendida en todo el mundo, evitar hacerlo puede ayudar a que el sabor más fuerte a alcohol pase más rápido.

Combinarlo con alimentos

Puedes acompañar tu trago con aperitivos que ayudarán a que el estómago no resienta la bebida.

Enjuagar la boca

Para evitar la confusión de sabores y aromas, es recomendable “lavar” la boca con un trago de agua o algún alimento.

No mezclar el mezcal con otras bebidas

Nuevamente, es la recomendación a seguir durante una cata en donde el objetivo es saborear un solo destilado de agave.

Acompañarlo con sal de gusano, sal de Chapulín y unas rodajitas de naranja

Estos complementos pueden ser útiles en la degustación, pues ayudan a “enjuagar” los sabores previos.

Dar sorbos cortos o “besitos”

Finalmente, se recomienda tomar la bebida poco a poco para seguir degustando todos los matices de la bebida

Aunque el limón no es recomendable, la naranja y la sal de gusano, por otro lado, pueden ser una buena opción para enjuagar la boca y poder continuar con la cata. (Pexels)
Aunque el limón no es recomendable, la naranja y la sal de gusano, por otro lado, pueden ser una buena opción para enjuagar la boca y poder continuar con la cata. (Pexels)

Por qué el mezcal tiene más sabores

Esta bebida ancestral se produce a partir del agave pero a diferencia del tequila, que solo se puede producir con agave azul, el mezcal se puede producir con diferentes variedades de agave, lo que le da una gran variedad de sabores y aromas.

El proceso de producción del mezcal es artesanal y se lleva a cabo en diferentes regiones de México. Primero, el agave se cuece en hornos subterráneos durante varios días, lo que le da un sabor ahumado característico. Luego se muele y se fermenta antes de ser destilado.

El mezcal es una de las múltiples bebidas que conforman la versátil gama de destilados y fermentados que han marcado la historia del país y la identidad nacional. Conocerlos a través de las historias familiares de sus productores podría ser el toque final que te ayudará a disfrutar aún más de esta experiencia, así que no te olvides de intercambiar pensamientos con las familias mezcaleras.

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