El norte de México es conocido por su diversidad geográfica comúnmente asociada a sus paisajes desérticos y montañosos, sin embargo, también cuenta con algunas de las cascadas más impresionantes del país. Desde imponentes caídas de agua hasta tranquilos arroyos que se deslizan por paisajes boscosos, estos recintos naturales cautivan a los visitantes con su belleza.
Este brusco contraste de ecosistemas permite que México sea categorizado como país megadiverso, pues al menos un 70% de la diversidad mundial de especies, considerando reptiles, aves y mamíferos y plantas vasculares, se encuentra entre los límites del territorio. Incluso en los estados de Durango, Chihuahua, Sinaloa y Sonora se pueden encontrar hasta tres tipos de ecosistemas diferentes entre los que se pueden encontrar desiertos y cascadas.
Las caídas de agua al norte del país ofrecen una experiencia inolvidable para los amantes de la naturaleza y los aventureros. Por eso, en Infobae México utilizamos la herramienta de inteligencia artificial de Microsoft, Bing, para enlistar algunas de las cascadas más impresionantes en el extremo norte del país.
Cascada Basaseachi
Ubicada en el estado de Chihuahua, esta es una de las cascadas más altas de México y la quinta más grande en toda América. Con una caída de aproximadamente 246 metros, se eleva majestuosamente en el Parque Nacional homónimo, rodeada de exuberante vegetación y acantilados imponentes.
Para llegar al parque natural, los visitantes pueden seguir un sendero escénico desde el estacionamiento hasta el mirador, que ofrece vistas panorámicas del impresionante paisaje. La entrada tiene un costo de alrededor de 40 pesos mexicanos para locales.
Entre las enigmáticas paredes verticales que alcanzan una profundidad superior a los 1,600 metros, según el gobierno de Chihuahua, podrás contemplar la caída libre del agua que incrementa en temporada de lluvias. Este lugar es perfecto para los amantes del senderismo que buscan ver un fenómeno natural único.
Sierra del Nayar, Durango
Aquí la experiencia comienza desde que entras al camino hacia Molinillos y dura hasta llegar a una de las más espectaculares cascadas que existen en el país, “el salto del agua llovida”, es el nombre como se le conoce a este lugar en donde la combinación entre cielo, luz, bosque, agua, arcoíris y sensaciones son perfectas para salir de la rutina de las grandes ciudades.
¿Cómo llegar? Si sales de la ciudad de Durango debes tomar la carretera estatal número 40 con dirección al suroeste para pasar el poblado del Soldado, parque nacional El Tecuán y llegar a Navíos. Ahí encontraremos el entronque con rumbo a la sierra de Nayar, como referencia verás el restaurante Kary.
Es importante mencionar que esta cascada tiene agua todos los meses, sin embargo, son los meses de lluvia, entre agosto y noviembre, en donde se muestra a su máximo esplendor pues la zona boscosa se satura del color verde de la Sierra.
Las Cascadas de Tamul
Son el salto de agua más grande del estado de San Luis Potosí. Ubicado en la cima del cañón del río Santa María, alcanza una profundidad de 300 metros. La cascada principal, de aguas color turquesa, tiene más de 100 metros de altura y está ubicada al norte del municipio de Aquismón, aproximadamente a 45 minutos de Ciudad Valles.
Gracias a que el río es tranquilo, aquí puedes practicar kayak.
Para llegar a la caída de aguas en Tamul existen tres posibilidades: la primera es desde el poblado de Tanchachín, donde parten las lanchas que remontan la corriente del río Tampaón por aproximadamente dos horas hasta alcanzar los alrededores de la cascada. Otra forma es desde el ejido de La Morena, donde también parten botes que surcan el río y que, después de varios minutos, detienen su paso a unos 100 metros antes de la cascada para que puedas admirarla. La última posibilidad es por El Sauz, que te dejará llegar por la parte superior de la cascada.
Las Cascadas de Arena de Los Cabos
Son un fenómeno natural único en el mundo. Estas cascadas submarinas ocurren bajo el agua cerca de Los Cabos, en Baja California Sur y fueron descubiertas y dadas a conocer por el icónico Jacques-Yves Cousteau en 1959.
Este extraño fenómeno marino se forma por el roce entre las placas tectónicas de Norteamérica y del Pacífico, sumado a la unión de las cálidas aguas del océano Pacífico y Mar de Cortés, lo que provoca la caída de agua dentro del mar.
Para poder observar la cascada de arena debes sumergirte a más de 30 metros, donde también tienes la oportunidad de conocer la extensa biodiversidad marina, peces de todos los colores y formas, y corales negros. Es una experiencia impresionante para quien cuente con conocimientos de buceo profesional.
Desde la imponente Cascada Basaseachi en Chihuahua hasta la fascinante Cascada de Tamul en San Luis Potosí, cada una de estas maravillas naturales brinda un espectáculo único en el continente y el mundo. Con costos de entrada asequibles y opciones para todos los niveles de aventura, estas cascadas son destinos perfectos para los amantes del senderismo y la naturaleza.