Cuando se habla de las organizaciones criminales que marcaron un antes y un después en la llamada guerra contra las drogas, hay dos cárteles que destacan: Los Zetas y los Caballeros Templarios.
Los Zetas fueron los pioneros en el uso de la extrema violencia, con la decapitación y desmembramiento de sus enemigos, así como la exposición pública de estos crímenes con el abandonó de los cuerpos en vialidades y puentes, junto con “narcomensajes”, sin mencionar la grabación de sus asesinatos y torturas para luego difundirlos por internet.
En tanto, los Caballeros Templarios utilizaban la religión para reclutar gente, ganar seguidores y hacerse de una importante base social, así como para causar temor a sus enemigos.
Sin mencionar que a ambas organizaciones criminales se les atribuía el canibalismo, el consumo de carne humana proveniente de sus enemigos, ya sea como parte de celebraciones, en el caso de Los Zetas, o como rituales e iniciaciones, en el caso de los Caballeros Templarios.
Sin embargo, hay una organización delictiva del narcotráfico que fue la pionera en estas prácticas Los “Narcosatánicos”.
Se trata de una banda criminal que tuvo su auge en la década de los ochenta, liderada por Adolfo de Jesús Constanzo, en la que se practicaba el culto de origen africano Palo Mayombe, bajo el cual realizaban rituales y sacrificios humanos, a la vez que se dedicaban a la extorsión y al tráfico de drogas.
El caso de los “Narcosatánicos” vuelven a causar revuelo debido a los expedientes inéditos a los que obtuvo acceso la periodista Laura Sánchez Ley, de los que dio una probada en un reportaje de Milenio y que ahora expone en el podcast “Expediente Narcosatánico” de la plataforma Podimo.
En entrevista con Infobae México, la periodista originaria de Tijuana explica la importancia de retomar este caso 35 años después de la caída de los “Narcosatánicos” y revela detalles poco conocidos de la temible organización criminal.
Sacrificios, canibalismo y drogas
Si bien los “Narcosatánicos” realmente practicaban el culto del Palo Mayombe, lo cierto es que en gran parte era una fachada para atraer nuevos miembros, extorsionar gente y asesinar a sus enemigos, así lo explicó Laura Sánchez Ley, quien asegura que el objetivo de Adolfo de Jesús Constanzo era convertirse en una organización criminal.
“Extorsionaban gente a través de sus rituales, a través de sus amenazas [...] lograron que personas en el norte de México, rancheros y ganaderos con mucho dinero, les pagaran hasta 30 mil dólares para no hacerles daño”, aseguró la periodista.
En el caso de los sacrificios humanos -mencionó Sánchez Ley-, a diferencia de cómo se creía, los “Narcosatánicos” no utilizaban a gente al azar, sino que la gran mayoría de sus asesinatos fueron contra enemigos y aliados que les debían dinero de las drogas.
“La versión del sacrificio humano como ofrenda tenía más que ver con una venganza por parte de Constanzo contra esta gente que le debía dinero derivado de la venta de droga”, contó la reportera.
Los expedientes a los que tuvo acceso Laura Sánchez Ley exponen más detalles desconocidos, como que era el Cártel de Guadalajara la organización criminal que abastecía de droga a los Narcosatánicos con el fin de asentar a la banda delictiva en el norte de México.
“Me parece super importante (el caso de los Narcosatánicos) porque nos empieza a dibujar y nos trae a la actualidad cómo se van formando estas organizaciones del narcotráfico y cómo empiezan a transitar de las riñas, a las extorsiones y hasta llegar a los asesinatos super sanguinarios”, mencionó.
Para Sánchez Ley, el caso de los Narcosatánicos es un ejemplo perfecto de la degradación de los carteles de la droga y de las organizaciones delictivas en México.
“Hoy, los Narcosatánicos nos parecerían aprendices de organizaciones que también se escudaron en religiones, como los Caballeros Templarios. También en Los Zetas, que sin necesidad de usar a la religión se dedican a esto, a descuartizar y matar [....] pero en realidad marcaron un antes y un después en el mapa del narcotráfico”, concluyó Laura Sánchez Ley.
Los Narcosatánicos, con historias que a Hollywood le quedarían cortas
“Expediente Narcosatánico” surgió como parte del proyecto Archivero, en el que se encargan de desclasificar y abrir archivos que el gobierno mantiene como secretos.
“Cuando iniciamos este proyecto, realizamos varias encuestas y le preguntamos a la gente en redes sociales cuáles eran los expedientes que querían conocer y el que más nos pidió la gente fue el de los Narcosatánicos”, explicó Sánchez Ley.
Para la periodista el caso de los Narcosatánicos quedó muy marcado en el colectivo mexicano, particularmente de la Ciudad de México, cuando en esas épocas no eran comunes estos actos de violencia.
“Queríamos saber realmente qué es lo que había pasado (con los Narcosatánicos) y contarle a la gente, poderle ofrecer algo más de los resúmenes oficiales o de las notas de hace muchísimos años [...] y encontramos tres expedientes de casi 10 mil paginas en varias instancias gubernamentales a partir de las cuáles podemos reconstruir el caso”, agregó.
En el podcast -ahonda Laura Sánchez Ley- se abordará con particularidad el auge criminal de Adolfo de Jesús Constanzo como pasó de vivir en un pequeño departamento en la calle Londres y leer las cartas a hospedarse en un enorme departamento en la calle Havre y relacionarse con famosos y políticos, convirtiéndose en “El Padrino”.
“Como Constanzo llegó a hacerles pócimas de amor a Alfredo Palacios y de belleza eterna a Irma Serrano, La Tigresa, los trabajos que hizo a políticos en el Estado de México para ganar elecciones y enfermar a sus contrincantes”, explicó la periodista.
Para Laura Sánchez Ley, el caso de los Narcosatánicos cuenta con una cantidad de historias que cualquier guionista de Hollywood se quedaría corto, con la diferencia de que estas fueron reales.