Cerca de las 11 de la noche del 28 de junio, agentes de la Guardia Nacional acudieron a la comunidad de El Sauz de Villaseñor en Celaya, Guanajuato, en respuesta a una alerta por un vehículo abandonado en condiciones sospechosas.
Reportes iniciales indicaron que, supuestamente, el automóvil tenía personas fallecidas en su interior. No obstante, cuando los uniformados se acercaron a la unidad e intentaron abrir la puerta, activaron un mecanismo que lo hizo estallar.
Aunque no se ha oficializado la cifra de elementos heridos, información pendiente de confirmar reportó que la explosión habría alcanzado a por lo menos 5 guardias nacionales, tres de los cuales se encontraban graves.
El automotor fue abandonado a la mitad de la calle Río Lerma, a un costado de la carretera Celaya-Salvatierra. El estruendo alertó a toda la comunidad y provocó el despliegue de un fuerte dispositivo de seguridad por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, la Policía Municipal y la GN.
Por otro lado, los guardias nacionales fueron trasladados al Hospital Regional de emergencia para recibir la atención médica correspondiente. Hasta el momento de la presente publicación, ninguna autoridad se ha pronunciado respecto al hecho ni ha informado el estado de salud de los miembros de la GN. De igual forma, sigue pendiente la confirmación sobre si había cadáveres dentro del vehículo.
Según se pudo ver en imágenes compartidas por el medio Ágora, el automóvil quedó completamente calcinado y el área fue asegurada por las corporaciones. A las orillas de la carretera, la Sedena colocó un fuerte cerco de vigilancia para que pudieran efectuarse las primeras indagatorias.
Asimismo, la explosión ocasionó que la Secretaría de Seguridad Pública enviara un helicóptero para sobrevolar la región y tratar de identificar a las personas responsables del ataque, pero no se ha reportado ninguna detención.
Bajo la protección de las instituciones militares, al lugar arribó un perito de la Fiscalía General del Estado (FGE) para inspeccionar el carro bomba, tomar fotografías y recabar algunos indicios que permitan esclarecer la naturaleza del ataque.
Algunas versiones no oficiales plantearon que el ataque habría estado dirigido para la Policía Municipal, pero los agentes de la GN habrían sido las víctimas del atentado debido a que fue la primera agencia que respondió a los reportes.
Según información de la organización Causa en Común, hasta junio de 2023 Guanajuato es el estado más riesgoso para los agentes policiales, pues en lo que va del año se han reportado 39 asesinatos de policías.
Entre los casos más recientes se encuentra el de María Soledad “N”, una mujer que tenía cuatro años de servicio en la institución cuando fue ejecutada en una caseta de vigilancia de Celaya, concretamente ubicada en el Centro de Integración Juvenil.
El sábado 24 de junio, otra policía, identificada como Adriana Mireya, fue asesinada a tiros dentro de su propio domicilio, también en el municipio de Celaya. Su asesinato ocurrió horas antes de que iniciara su turno.
Después de Guanajuato, las entidades que representan un mayor riesgo para las y los policías en el país son Zacatecas, Veracruz, Jalisco, Michoacán, Chihuahua y el Estado de México.