El próximo lunes 3 de julio la órbita de luna llegará a su perigeo, es decir, su punto más cercano a la Tierra al mismo tiempo que está llena, razón por la cual podremos admirar una Superluna, en el que nuestro satélite natural lucirá hasta un 7% más grande de lo usual y un 16% más brillante, pero sus efectos también se dejarán sentir en el planeta.
El término Superluna fue acuñado en 1979 y de acuerdo con los astrónomos, durante este periodo el satélite natural se acercará a unos 363 mil 300 kilómetros, una distancia considerable si se tiene en cuenta que el apogeo, o punto más lejano se ubica a unos 405 mil 500 kilómetros.
Aunque la luna llena de octubre tiene fama de ser la más bella del año, la superluna de julio será la más brillante, abriendo paso a la oportunidad de un renacimiento espiritual y seguir nuevos caminos o proyectos pues se deja atrás el periodo de oscuridad.
Durante los primeros días de julio, la iluminación de la superficie de la Tierra aumentará para el deleite de todos los amantes de mirar al cielo. Pero no sólo eso, nuestro planeta también reacciona a la cercanía de la luna.
Las mareas altas y bajas en todo el mundo serán más extremas, pues cuando la luna está cerca, el diámetro de la Tierra es una fracción ligeramente mayor de la separación Tierra-Luna y eso aumenta los efectos de las mareas.
Las mareas altas de perigeo durante la luna llena pueden causar problemas importantes en algunas costas, especialmente si el clima añade olas altas o una oleada de tormenta, según científicos de la NASA.
Por qué se le llama Superluna de ciervo
En el hemisferio norte, el solsticio de verano llega a finales de junio, por lo que la luna llena de inicios de julio tiene un fuerte significado espiritual, pues es una oportunidad para renacer.
En la zona norte de América habitan los ciervos y durante el verano empiezan a crecer las nuevas astas de los ejemplares macho, adquieren nuevos bríos e inician un nuevo ciclo de renacimiento.
Durante la década de 1930, Maine Farmer ‘s Almanac publicó un almanaque para difundir los nombres que los nativos del noreste americano daban a las lunas llenas. Ellos notaron que durante el verano una nueva capa empezaba a formarse sobre las astas de los ciervos. Durante ese periodo también solían presentarse tormentas eléctricas, razón por la cual también se le solía nombrar como Luna de trueno.
En el hemisferio boreal, el solsticio de verano llegó el miércoles 21 de junio, y durante la época estival los días suelen ser más largos que las noches, por ello las personas pueden dedicar más tiempo a sus actividades y proyectos personales.
El calendario astronómico indica que en julio 2023 también se presentará una lluvia de estrellas Delta Acuáridas, la cual ocurrirá entre el 12 de julio y el 23 de agosto, pero su pico de mayor de visibilidad será durante la madrugada del 30 de julio.
Otro de los fenómenos astronómicos será la conjunción de la luna con Júpiter, la cual ocurrirá el 11 de julio. Y el 12 de julio los habitantes y visitantes en Nueva York podrán disfrutar el Manhattanhenge, instante del ocaso en que el sol se alinea con las calles de Manhattan en el sentido este a oeste.
Más adelante, el 19 de julio la luna se alineará con Mercurio, planeta que pasará 3.3 grados por debajo del satélite natural y finalmente el 21 la conjunción será con Marte. Por ello, julio será un mes lleno de bellos eventos astronómicos.