Cuando el Zócalo de CDMX se llenó de cañones y armas de fuego por 10 días

La batalla campal fue uno de los hechos históricos más documentados del México post revolucionario

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El golpe de Estado que destruyó al gobierno de Francisco I. Madero Crédito: INAH

El Centro Histórico de la Ciudad de México ha sido protagonista de grandes batallas, desde la llegada de los españoles a tierras aztecas, hasta las luchas por la consumación del Estado mexicano que hoy se conoce.

Entre todas estas guerras destaca una que duró 10 días, y que convirtió a la plancha del Zócalo capitalino en una trinchera, derrocando así en un golpe de Estado al gobierno legítimo del presidente Francisco I. Madero.

Fue un 9 de febrero de 1913, cuando grupos golpistas acudieron a Palacio Nacional para capturar al presidente y a sus generales, iniciando así una batalla campal entre los leales y los rebeldes; luchas que dejaron más de una decena de civiles muertos.

La Decena Trágica, nombre que se le dio a este hecho histórico, comenzó la madrugada de aquel domingo, cuando los generales Manuel Mondragón y Gregorio Ruiz comandaron a un grupo de cadetes de la Escuela Militar de Aspirantes de Tlalpan para comenzar con la operación, la cual había sido planeada en desde 1912.

El golpe de Estado de
El golpe de Estado de Francisco I. Madero (Wikipedia)

La movilización fue exitosa, logrando así la toma del Palacio Nacional, donde se encontraban el ministro de guerra, Ángel García Peña y Gustavo A. Madero, hermano del presidente, y el intendente Adolfo Bassó. La noticia corrió rápido al general Lauro Villar, militar fiel al gobierno de Madero, quien tomó el 24° Batallón del cuartel de San Pedro y San Pablo y del 1° de caballería y entró por las puertas traseras del edificio.

No obstante, y a pesar de haber liberado a los prisioneros, otro grupo de golpistas dirigidos por el General Bernardo y Felix Díaz, recién rescatado de prisión, se dirigieron al Palacio Nacional. A su llegada fue detenido por las tropas maderistas y comenzaron así una lucha campal en la plancha capitalina.

Ambos bandos comenzaron a disparar a muerte, donde resultó herido el militar Villar, condenando así a su bando. La batalla tuvo destacables bajas en los grupos, no obstante, fueron los maderistas quienes resultaron más afectados. Este hecho los llevó a refugiarse en la Ciudadela, lugar en donde se resguardaban distintas armas y municiones.

Los civiles fueron los más
Los civiles fueron los más afectados (Wikipedia)

Sin embargo, el refugio de las tropas no duró mucho, pues el edificio también fue tomado por los contrarios, quienes obtuvieron 27 cañones, 8 mil 500 rifles, 100 ametralladoras, 5 mil obuses y 20 millones de cartuchos, de acuerdo a los datos históricos.

La suma de estas municiones dejó una ventaja importante a los golpistas, quienes continuaron en la lucha campal con los militares maderistas. Por su parte, el presidente Francisco I. Madero habría salido del Palacio de Chapultepec, en la famosa marcha de la Lealtad, para dirigirse al Zócalo capitalino y así poder nombrar al militar Victoriano Huerta como el nuevo encargado de la misión.

Francisco I. Madero fue derrotado
Francisco I. Madero fue derrotado el 18 de febrero (Wikipedia)

Durante los diez días que duró la batalla fueron dañadas edificaciones importantes del Centro Histórico, comenzando con la Puerta Mariana del Palacio Nacional. Para el 13 de febrero, la batalla se había extendido a las calles de Victoria, Morelos y Doctor Vértiz, así como a la periferia de la ahora Ciudad de México.

Para el 16 de febrero, la batalla fue puesta en pausa ante los distintos heridos y más. Los bandos se dieron dos días de tregua. No obstante, este pacto fue roto por los golpistas, quienes consumaron la victoria el 18 de febrero, aprehendiendo así a Francisco I. Madero y Pino Suárez en Palacio Nacional, tras la traición de Huerta.

La batalla campal dejó a miles de heridos y muertos, la mayoría de ellos civiles.

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