Autoridades de la Fiscalía General de la República (FGR) destruyeron en Culiacán, Sinaloa, cerca de 36 toneladas de diversos drogas y más de 700 mil pastillas de fentanilo.
Dichas acciones se realizaron a través de la Fiscalía Especializada de Control Regional (FECOR), en su Delegación de Sinaloa, en coordinación con los tres órdenes de gobierno.
En conjunto fueron 35 toneladas 321 kilos 97 gramos y 90 mil 41 litros de narcóticos, entre ellos precursores como acetato de plomo, ácido tartárico, hidróxido de amonio, cianuro de sodio, ácido clorhídrico, alcohol etílico y manitol.
En cuanto a las sustancias ilícitas decomisadas a la delincuencia organizada se incineró fentanilo, clorhidrato de metanfetamina, marihuana, metanfetamina y 735 mil 489 pastillas de fentanilo.
Asimismo, también se destruyeron 529 objetos del delito como prensas hidráulicas, reactores, máquinas tableteadoras, tinas, tanques de gas, máquina selladora, entre otros.
El evento se llevó a cabo en una empresa especializada y autorizada en Culiacán, Sinaloa, con asistencia del Ministerio Público de la Federación (MPF), elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM), de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), y peritos especializados en química forense, así como la supervisión del Órgano Interno de Control (OIC) de la FGR, para dar certeza del peso de narcóticos, sustancias y precursores químicos.
En otro caso la FGR, a través de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), aseguró alrededor de 40 mil pastillas de probable fentanilo en una diligencia ejecutada en la carretera 45 km 83, Chihuahua-Miguel Ahumada.
Los elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM), de la AIC, en su Región Noroeste, llevaron a cabo el aseguramiento en el que también detuvieron a tres personas por la probable comisión del delito de contra la salud.
En dicha acción se aseguraron además dos teléfonos celulares y un vehículo color blanco, todo lo cual, incluidas las pastillas, quedaron a disposición del Ministerio Público de la Federación (MPF), en la delegación de la FGR en Chihuahua.
El fentanilo, un opioide sintético 50 veces más potente que la morfina y mezclado con otras drogas para potenciar su efecto, se fabrica en México a partir de precursores importados desde China y luego se trafica a Estados Unidos.
El Cártel de Sinaloa, según Washington, es el cartel narcotraficante “más poderoso del mundo” y responsable en gran parte de la producción y manufactura de fentanilo para su distribución en Estados Unidos, donde esa droga, considerada 50 veces más potente que la heroína, es “la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 49 años”.
Según la DEA, el Cártel de Sinaloa opera en al menos 19 de los 32 estados mexicanos, mientras que el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) lo hace en 23 regiones. Ambas organizaciones criminales fueron señaladas como las principales responsables del tráfico de fentanilo a Estados Unidos.
En abril pasado el Departamento de Justicia anunció cargos en tres distritos federales contra varios supuestos cabecillas del Cartel de Sinaloa, entre ellos cuatro hijos de Joaquín “el Chapo” Guzmán, por tráfico de fentanilo y otras drogas.
La Justicia de EEUU apuntó que presuntamente usaron aviones de carga, aeronaves privadas, submarinos y otras embarcaciones sumergibles y semisumergibles, portacontenedores, embarcaciones de suministro y pesqueras, lanchas rápidas, autobuses o vagones de ferrocarril, entre otros, para transportar sus drogas y precursores químicos.