Cultivar el emprendimiento familiar: una cuestión de valor

No importa en qué sector te toque ejercer, el espíritu emprendedor está contigo y en ti como cuando fuiste niño, imaginabas sin límites, sólo tienes que reencontrarlo y qué mejor incentivarlo en tus propios hijos

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La autora es directora del
La autora es directora del Instituto de Familias Empresarias para México y LATAM (IFEM) de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey

Desde pequeños tenemos la capacidad de observar y queremos una respuesta para todo lo que no entendemos; sin proponérnoslo, vamos activando una curiosidad que debe mantenerse viva. Sin saberlo, tomamos riesgos que ya de adultos no somos capaces de aceptar. Con poco, inventamos y disfrutamos de lo que creamos. ¿Por qué entonces las y los adultos no tenemos mayor capacidad de emprender, de encontrar soluciones a aquello que parece no estar en su lugar? ¿Qué hace falta para alcanzar nuestros sueños y contribuir desde la actividad empresarial con una mejor ciudadanía y bienestar para todos?

La sensibilidad hacia los negocios y el emprendimiento se construye a lo largo de la vida.

Cuando desde niña escuchas historias de tus abuelos que dejaron todo en un lugar para iniciar, prácticamente de cero, en otro que prometía oportunidades de mejorar o de hacer cosas relevantes, te sientes de alguna forma invitada a intentar algo que suena parecido.

A mí me encantaba escaparme a descubrir fuera de mi casa, en total disposición exploradora (siempre y cuando me sintiera segura, claro está). El tiempo pasaba y quería e intentaba hacer algo que “solo los adultos” tenían permiso: hacer y vender cosas que otros quisieran comprar. Luego, mi inquietud me despertaba nuevas oportunidades acorde a mi edad y mis responsabilidades de estudiante universitaria. Siguiendo una trayectoria de esta naturaleza, ya de forma profesional, no importa en qué sector te toque ejercer, el espíritu emprendedor está contigo y en ti.

Conoce los 4 tips para
Conoce los 4 tips para fomentar el ahorro en los niños. (Foto: Captura)

De las familias empresarias aprendemos que lo más importante para su florecimiento y trascendencia es generar la tierra fértil para que cada uno de sus miembros alcance su plenitud. Esa tierra fértil necesita proteger sus minerales y de apoyo para asegurar que los nutrientes lleguen en el momento y cantidades adecuadas. Una forma de acercar el nutriente del emprendimiento familiar tiene que ver con asegurar la buena comunicación entre todos los miembros de la familia. Contar historias, involucrar a los más pequeños en actividades de responsabilidad acorde a su edad, promoviendo la autonomía, pero al mismo tiempo dimensionando el riesgo y sus consecuencias, son algunas prácticas que fortalecen el carácter y espíritu emprendedor de raíz.

El estudio más reciente de Emprendimiento Familiar GEM (Global Monitor Entrepreneurship) 2022, revela que en la mayoría de los países del mundo, las familias están involucradas en la actividad emprendedora (startup) de alguno de sus miembros, y continúan siendo un apoyo importante en el desarrollo y madurez de la empresa creada.

Es una realidad que el contexto empresarial latinoamericano está caracterizado por empresas jóvenes, con un alto nivel de emprendimiento intergeneracional y un fuerte interés en los valores familiares, y que, a pesar de la alta volatilidad de los mercados e incertidumbre sociopolítica, las nuevas generaciones deberán aprovechar las oportunidades de desarrollo que las megatendencias están provocando.

Colombia, Chile, Uruguay y México encabezan la lista de los países de Latinoamérica con entornos empresariales que impulsan mejor el espíritu emprendedor (GEM 2022), lo que esperaríamos generara un mayor desarrollo económico. En una región de más de 600 millones de habitantes, tenemos retos que sortear, sin duda, pero también grandes oportunidades que aprovechar y capitalizar. Las familias empresarias deben y tienen la capacidad de seguir siendo heroicas.

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Y si bien el argumento que intento compartir en esta ocasión tiene que ver con el poder de la familia en la creación de hábitos, lo cierto es que en la medida que se fomenta condisciplina y cuidado, la institucionalización se va desarrollando, pero requiere intencionalidad.

Por un lado, los valores son observados y en consecuencia los comportamientos obedecen a ese ejercicio. La seriedad y respeto por la actividad empresarial son inculcados a lo largo de las distintas etapas de vida y no ocurren por accidente, actuamos en consecuencia. Los mecanismos y estructuras que se van diseñando conforme aumenta la complejidad de las actividades empresariales de la familia irán ordenando y guiando los “cómo sí” del emprendimiento transgeneracional que requiere justo de rumbo claro y sueño compartido. Y no solo se trata de políticas y fondos de impulso al emprendimiento, son igualmente importantes los programas que fomentan y educan en el emprendimiento, custodiando así un legado multigeneracional del que son parte.

En nuestra región latinoamericana existen grandes problemáticas pendientes de resolver, sembremos en tierra fértil y aprovechemos la gran cosecha de emprendedores responsables capaces de transformar sociedades.

LinkedIn: @Maria F Fonseca Paredes; Facebook: @María Fonseca Paredes

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