En días recientes, María Elena Ríos señaló a Tenoch Huerta de ser un presunto “depredador sexual” y, durante la noche del pasado 15 de junio, la saxofonista lanzó un comunicado en donde explicó el modus operandi que el actor del Universo Cinematográfico Marvel (UCM) habría comentido con varias mujeres y también lo denunció por aparentemente cometer stealthing hacia ella.
“Tenoch, sabes que para mí es difícil hablar de la violencia que me ejerciste porque tengo un proceso legal por feminicidio en tentativa. En México la violencia que ejerces aún no se legisla. Te aprovechaste. Entendí que la vergüenza no es para mí sino para el violentado”, colocó la sobreviviente a un ataque de ácido.
Ante el escrito en donde la activista también acusó a la colectiva de Poder Prieto de supuesto encubrimiento, los usuarios en redes sociales se cuestionaron ciertos términos que utilizó María Elena.
Qué es el stealthing
Durante los últimos años, varias mujeres han comenzado a alzar la voz sobre ciertas prácticas sexuales que han mermado su derecho a vivir su sexualidad de forma digna y consensuada. A partir de estas denuncias es que se popularizó el término stealthing.
Este refiere a cuando una persona se quita el condón sin que la otra parte involucrada sea consciente de ello o no haya dado su aprobación.
Dicha práctica ha sido estudiada por la estadounidense Alexandra Brosky, quien publicó un artículo en la revista académica Columbia Journal of Gender and Law y señaló que este tipo de acciones resultaban violentas porque conllevaba varios riesgos para la parte que no dio su consentimiento.
En este sentido, durante una antigua entrevista para Infobae, el médico Miguel Pedrola y coordinador de AHF, la organización de lucha contra el VIH/SIDA más grande del mundo mencionó que:
“La eliminación no consensual del preservativo durante las relaciones sexuales expone a las víctimas a riesgos como un embarazo no deseado y a infecciones de transmisión sexual”.
De acuerdo con el escrito de Brosky, el stealthing resulta ser una práctica común entre algunos jóvenes, donde además de quitarse el preservativo, otros también suelen eyacular en su pareja sin tener el permiso de realizar esto o les avisan de lo que sucedió tiempo después.
¿Puede considerarse como violación?
Aunque el marco jurídico de cada región o país es variable, de acuerdo con el artículo de Alexandra, el hecho de que se quiten el condón sin permiso implicaría que el sexo ya no estaría siendo consensuado por las siguientes razones.
“Hay dos formas principales de argumentar que la extracción no consensuada de un condón vicia el consentimiento del sexo mismo. El primero, que argumentaré que es preferible, es un literal enfoque: la víctima consintió en tocar con un condón, no tocar con la piel de un pene. La ley es clara en cuanto a que uno puede dar su consentimiento a una forma de contacto sexual sin proporcionar consentimiento futuro a todo contacto sexual”, se lee en el escrito.
En otra plática para Infobae, la psicóloga María Soledad Dawson, coordinadora de los “Equipos Móviles de Violencia Sexual” del Ministerio de Justicia y DDHH de la Nación (en Argentina) explicó que muchas mujeres no suelen alzar la voz por culpa.
“No son muchas las que denuncian. Como son relaciones ocasionales, muchas sienten vergüenza, tienen la sensación de que son responsables (...) ellas denuncian que los varones se sacaron el preservativo durante el acto sexual y las forzaron a continuar hasta que ellos eyacularan. A veces les dicen ‘no te preocupes, me lo saco pero termino afuera’, algo que luego no sucede y que tampoco evita un embarazo ni una enfermedad de transmisión sexual”, agregó.