En la recta final de un partido para el olvido en el que la selección mexicana estaba siendo goleada 3-0 por el acérrimo rival, con dos futbolistas expulsados y sin una idea para hacer daño al rival; de nuevo apareció el famoso y desafortunado grito homofóbico hacia el portero rival por parte de la afición Tricolor que se dio cita en el Allegiant Stadium.
Para culminar un encuentro desastroso, en donde México fue claramente superado y humillado por Estados Unidos en las semifinales de la Nations League, gran parte de los aficionados con camiseta verde que estuvieron presentes en la casa de los Raiders, también hicieron de las suyas y con pretexto del mal desempeño que tuvo el combinado azteca, decidieron llevar a cabo el grito homofóbico en los últimos despejes del guardameta estadounidense, Matt Turner.
Fue en el minuto 88 cuando la “hinchada” mexicana comenzó a insultar al portero norteamericano durante su despeje en el saque de meta. Debido a ese percance, el juez llamó a los jugadores al centro del terreno de juego para encaminar el primer paso del protocolo.
Tras un par de minutos pausados por el suceso, los jueces decidieron agregar 12 minutos de compensación, dando oportunidad a que se volviera a presentar el percance en las gradas. Pese al anuncio que se emitió en el sonido local, en donde se solicitó que no lo hicieran de nuevo, la afición hizo caso omiso y cerca del minuto 90+6, repitieron el insulto al cancerbero.
A falta de seis minutos para que se cumpliera el tiempo agregado, el juez central optó por pitar el final del partido, pues entendió que no tenía mayor sentido dejar que siguiera corriendo el reloj.
Como bien se sabe, este acto se ha convertido en un problema recurrente durante los últimos años. Pese a todos las campañas e intentos por parte de la Federación Mexicana de Futbol (FMF) para erradicar el grito, así como también las diferentes sanciones impuestas por la FIFA, la afición “azteca” no termina de entender las posibles consecuencias que puede tener el Tricolor.
Partiendo de esa premisa, desafortunadamente se ha vuelto usual que cuando la selección mexicana va perdiendo en cualquier tipo de partidos, los aficionados que se encuentran en el estadio empiezan a mandar el “saludo al portero rival”.
El tema escaló a tal punto que la Concacaf emitió un comunicado horas después del compromiso: “Los cánticos escuchados durante el partido provocaron la activación del protocolo antidiscriminatorio por parte de los árbitros. Además, el personal de seguridad expulsó a varios fanáticos por tener un comportamiento inaceptable en el estadio”.
Estos incidentes fueron extremadamente decepcionantes y empañaron lo que debería haber sido una ocasión positiva para mostrar un fútbol de alta calidad en nuestra región. La Confederación está en el proceso de establecer urgentemente más detalles e informes de los oficiales de seguridad y del partido y hará una nueva declaración en breve.
El tricolor podría quedar vetado de territorio estadounidense
Cabe recordar que, previo al partido amistoso entre Estados Unidos y México del pasado mes de abril, las autoridades norteamericanas de futbol señalaron que, si la afición mexicana gritaba cualquier frase homofóbica o discriminatoria, podrían vetar al Tricolor por un periodo de dos años. Es decir que durante ese lapso, México no podría jugar algún duelo internacional en territorio estadounidense.
En caso de que las autoridades estadounidenses decidan tomar cartas en el asunto y cumplir con su advertencia, el Tri no podría jugar en el país vecino hasta la primavera de 2025.