En una entrevista para el espacio de Solo con Adela, el ex pugilista y deidad del deporte mexicano, Julio César Chávez compartió diferentes anécdotas y experiencias; sin embargo, durante la dinámica con Adela Micha, se suscitó un momento chusco en el que se bromeó con sus pasados problema de adicción, más específicamente con la cocaína.
Siendo uno de los mejores deportistas en toda la historia del deporte mexicano, pero con una vida y trayectoria llena de polémica por diferentes temas personales, el ex boxeador y leyenda “azteca”, Julio César Chávez, se volvió una figura pública en el país. A raíz de ello, la periodista y conductora Adela Micha, decidió hacerle una invitación a su programa para realizarle una entrevista.
Después de hacer la presentación y dar una pequeña introducción sobre la carrera del “César”, la periodista consultó al ex boxeador sobre si se le ofrecía algún alimento o bebida para hacer más amena su estadía en el lugar. No obstante, al momento de preguntarle si quería una Coca Cola, el “Sr. Nocaut.” interrumpió y dijo en tono de broma que ya no quería saber nada sobre la “coca”.
“¿Qué quieres tomar? Coca, agua, agua mineral?” , preguntó Adela durante los primeros minutos de la entrevista
“No, no, coca ya no quiero, agua mineral está bien por favor” respondió entre risas Julio César.
Posteriormente, la conductora también siguió la broma y volvió a retomar el doble sentido con las palabras del ex pugilista. “Justo te iba a decir de cuál. Es que, hace rato le dije que ¿De qué coca toma?, y el me dijo ‘de la colombiana, jefa’”.
Tras ello, el oriundo de Ciudad Obregón señaló todos los años que lleva sin consumir ningún tipo de droga y lo complicado que fue pasar por esa rehabilitación. Incluso, abordó el tema con su hijo, JC Chávez Jr. y sus constantes problemas de adicción.
No , ya no quiero; ya fueron muchos años. Bendita sea Dios que, solo por hoy, porque yo vivo solo por hoy, pero ya son 13 años limpio. El 10 de agosto cumplo 14 años primeramente Dios, pero todavía no lo cuento porque yo vivo día por día.
Momentos después, la periodista mexicana le consultó si el aún asistía a algún grupo o clínica de rehabilitación, a lo que la leyenda del boxeo mexicano le respondió que hoy en día se enfoca más en apoyar a los que atraviesan ese mismo problema.
No, no voy porque tengo mis clínicas. Voy y comparto con los muchachos (anécdotas y experiencias), no todos los días, pero una vez a la semana o al menos una vez al mes. Les comparto a los muchachos jóvenes que van llegando, el como le hice para mantenerme limpio, el como le he hecho.
De la mano, JC Chávez abundó en el hecho de que en la actualidad, sus clínicas de rehabilitación se encuentran con cupo lleno, pero pese a ello, el siempre busca la forma de apoyar a las personas que llegan en busca de ayuda, pues sabe lo que significa pasar por ese tipo de situaciones.
Mis clínicas tienen capacidad para 60, 70 u 80 personas, pero ya no más, ya no caben. Sin embargo, nosotros becamos a mucha gente porque ¿Cómo crees que le voy a cerrar la puerta a alguien que llega con el papá llorando? porque esto así es, llegan llorando y sin dinero para pagar; ni modo que yo les diga “entonces no entras”, eso se me hace un crimen.
Anécdota con su hijo
Por último, recordó un momento triste de su vida, el cuál fue el momento en el que visitó a Julio César Chávez Jr. en un grupo de rehabilitación y tuvo que verlo abatido en el suelo del lugar.
Acabo de comer con mi hijo Julio, que acaba de pasar por un proceso de un año, durmiendo en el suelo, comiendo verduras podridas, durmiendo donde dormía su papá. ¿Qué cosas de la vida, no, Adela? El vivió mi adicción, el vivió todo el daño que yo hice. Cuando fui a verlo por primera vez (en el grupo) y lo vi durmiendo en el suelo, casi se me caen las lagrimas.