Un día como hoy, pero de hace 24 años, fue asesinado el afamado conductor Francisco Stanley, tras almorzar junto con sus compañeros del programa ‘Una tras otra’, Jorge Gil y Mario Bezares en el restaurante El Charco de las Ranas, ubicado en Periférico Sur 2772, en la colonia Jardines del Pedregal, alcaldía Álvaro Obregón.
De acuerdo con Mario Bazares, el Charco de las Ranas era muy frecuentado por Stanley y sus acompañantes, y aquella tarde, el 7 de junio de 1999, el conductor de ‘Una tras otra’ junto con Jorge Gil y Mayito fueron a dar un ‘charcazo’ nombre popular a como se referían al restaurante.
En el libro de Mi Verdad, escrito por Jorge Gil, aquella tarde, tras salir del programa con ‘Sello de Mujer’ Stanley, su asistente Jorge Gascón, Jorge Gil y Mario Bezares se dirigieron a darse un ‘charcazo’. Ahí, Gil y Bezares comieron unos huevos estrellados con chilaquiles, mientras Paco ordenó carne en chile pasilla con frijoles y totopos, los cuales fueron acompañados con agua de tamarindo.
Sin embargo, la comida tomó relevancia en el caso de Stanley, ya que según Jorge Gil en su libro ‘Mi Verdad’ a Mario Bezares antes de ir al sanitario, recibió una llamada, se levantó de la mesa para contestar en forma privada, en cuanto colgó expresó a todo que la comida le cayó mal y fue al baño, acción que le salvó la vida, ya que en ningún momento salió del restaurante.
¿Cuánto cuesta comer en el Charco de las Ranas?
De acuerdo con Jorge Gil, el platillo que Bezares y él degustaron dos huevos estrellados con chilaquiles, cebolla y crema, cuyo precio es de 120 pesos; mientras que Paco Stanley devoró carne en chile, pasilla en frijoles con totopos con un precio de $139 pesos.
Mientras el costo de las aguas frescas (tamarindo, horchata, piña, jamaica, jamaica de dieta y limón) valen $47 pesos.
A continuación te dejamos el menú con sus respectivos precios:
Actualmente, esta sucursal de Periférico conserva su popularidad; varios de sus comensales asisten debido a la curiosidad de conocer el lugar donde comió por última vez uno de los conductores más queridos de la televisión mexicana.
Las instalaciones del lugar son estilo cafetería, con franjas color amarillo y naranja, y por lo menos desde los años 90 ha mantenido la misma decoración. Las ranas se encuentran en la entrada, así como al interior del lugar, lo cual son un ícono que le dan.
Como se puede ver en la carta del menú, las ranas también ilustran los platillos, donde la especialidad son los tacos, cortes de carne, platos típicos mexicanos como alambres, flautas, pozole, quesadillas, chilaquiles, entre muchos otros con el tradicional acompañamiento de aguas frescas, refrescos o cerveza.
¿Cómo fue el asesinato?
Una vez que terminaron de almorzar, Stanley y Gil subieron a la camioneta Lincoln Navigator modelo 97. Según la versión oficial, en ese momento Mario Bezares recibió una llamada telefónica y después se dirigió al baño.
Poco después, mientras esperaban en la camioneta, un hombre se acercó al vehículo y comenzó a disparar contra Stanley. Jorge Gil fue herido en una pierna, un agente de seguros que se encontraba en el lugar también fue asesinado y su esposa gravemente herida, al igual que uno de los acomodadores de autos.
Tres balas atravesaron su cuerpo y una cuarta se alojó en su cráneo. El presentador murió poco después del ataque; posteriormente, comenzó el drama. Los principales canales de televisión en México interrumpieron sus transmisiones para informar en vivo lo ocurrido con el carismático presentador, el hombre detrás de programas como Ándale, Pácatelas y Llévatelo. El conductor que recitaba poesía, que hizo famosas las frases “¿Hay o no hay?” o “Una tras otra” y que ponía a bailar “El Gallinazo” sin piedad a Bezares.
Apenas horas después del crimen se desataron las versiones. La gente quería saber por qué él, por qué Paco Stanley había sido asesinado de una manera tan brutal. Una de las hipótesis que más fuerza cobró fue aquella que vinculaba al presentador con el narcotráfico.
Semanas después del asesinato, Mario Bezares y la edecán Paola Durante fueron señalados como autores intelectuales del crimen. El 22 de junio, Bezares fue arraigado en un hotel de la capital mexicana, pues se decía que tenía pensado huir del país. Las sospechas recayeron en él por el hecho de haber estado en el baño en el momento del ataque.
El 2 de septiembre de 1999 se dictó auto de formal prisión contra Bezares, Paola Durante, Erasmo Pérez Garnica alias “El Cholo”, José Luis Rosendo Martínez y Jorge García Escandón. Las autoridades los tenían en la mira como principales sospechosos, pero en enero de 2001 se les dictó auto de libertad al no encontrado pruebas suficientes para culparlos del crimen.