El 4 de junio la historia en el Estado de México cambiará sin importar el resultado de la elección a la gubernatura, pues en cualquiera de los casos el gobierno mexiquense tendrá modificaciones tanto en si se convierte en coalición o será administrado por un nuevo partido político.
La entidad con más habitantes en el país no sólo decidirá su futuro, sino que podría dar algunas señales sobre cómo resultará la elección del próximo año en donde se elegirá a la persona que sucederá en la Presidencia de la República, así como la conformación de la Cámara de Diputados y el Senado de la República.
Más de 12 millones de electores tendrán la oportunidad de salir a emitir su sufragio en los 125 municipios mexiquenses, por lo que será uno de los comicios más grandes a nivel local en el país en donde Alejandra del Moral y Delfina Gómez tendrán la oportunidad de ser la primera mujer gobernadora de la entidad.
No obstante, para poder entender la historia de la entidad y la importancia de los procesos electorales hay que remontarse al final de la Revolución Mexicana, pues tras los múltiples conflictos que se dieron en todo el país y que causaron la muerte de muchas personas y políticos, se creó el Partido Nacional Revolucionario (PNR).
La fundación del instituto sirvió para congregar a los diferentes grupos revolucionarios no sólo a nivel nacional, sino en cada entidad de la República Mexicana, por lo que las dinámicas políticas cambiaron en todo el territorio creando una nueva forma de organización y de dinámicas a lo que se había visto previo al periodo revolucionario en el país durante el siglo XIX.
Tan sólo en el Estado de México, el PNR logró posicionarse gracias a que el Gomismo fundado por los hermanos Gómez —uno de los cuales fue el primer gobernador en la entidad por el tricolor—, los cuales comenzaron a tener poder gracias a su cercanía a los expresidentes Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles; sin embargo, los problemas aún seguían en la entidad.
Desde finales de los años veinte hasta los cuarenta el Gomismo dominó en la entidad; no obstante, era importante para el gobierno central seguir el plan de desarrollo del país, por lo que el entonces presidente Manuel Ávila Camacho pidió a Isidro Fabela volver a México y convertirse en gobernador del territorio mexiquense.
Sin saberlo, con la llegada de Fabela se creó el mítico Grupo Atlacomulco —el cual se convertiría en una leyenda años más tarde—, una de las facciones del renombrado Partido Revolucionario Institucional (PRI) que más ha asombrado al país debido a en un mismo municipio nacieron algunos de los políticos más conocidos de la entidad.
Es importante aclarar que no todo el PRI Edomex es el Grupo Atlacomulco, pues se trata sólo de una facción, de hecho, muchas de las disputas poco conocidas en la entidad era por el poder del partido. Pese a lo anterior, la militancia mexiquense siempre se consolidó como una de las más fuertes del país.
Durante décadas, el PRI tuvo poder completo en la entidad, con algunas acciones cuestionables; sin embargo, a finales de los ochenta y noventa comenzó a emerger un nuevo grupo en la oposición al PRI: el Grupo Texcoco. Se trata de una agrupación de políticos de izquierda que poco a poco comenzaron a ser reaccionarios a toda la actuación del tricolor.
Primero con el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y ahora con el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), la oposición ha sido una de las más grandes críticas a las políticas priistas. Entre los fundadores de dicho movimiento se encuentra Delfina Gómez Álvarez, la actual candidata a la gubernatura.
Toda esa historia mexiquense es la que estará en juego este 4 de junio, la disputa entre una nueva cara del Revolucionario Institucional ahora con la alianza con el PRD y el Partido Acción Nacional (PAN) o darle la continuidad a la Cuarta Transformación, el movimiento que inició el actual presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).