En días recientes, el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) hizo pública su décima edición del Índice de la Paz en México (IPM) el cual tiene como objetivo, entre muchas otras cuestiones, dar a conocer la perspectiva de seguridad que existe en el país azteca, así como los cambios que a través de los años ha tenido el panorama del crimen organizado.
Bajo ese tenor, en su edición de 2023 el Índice de la Paz en México (IPM) detalló cómo el cambio en las dinámicas de organizaciones criminales han llevado al estallido de olas de violencia en puntos específicos, tal y como ha sucedido desde 2015 en el estado de Colima.
La organización especializada en narcotráfico, InSight Crime, se dio a la tarea de analizar el caso específico de la entidad incrustada entre los estado de Jalisco y Michoacán, la cual se ha convertido en un foco de violencia derivado de los múltiples enfrentamientos que integrantes de grupos delictivos protagonizan en su afán de controlar el territorio.
El interés de los cárteles por controlar Colima
De acuerdo con los resultados estatales plasmados en el Índice de Paz en México (IPM), Colima se consolidó como el estado más violento de México en 2022, pues ha registrado un incremento exponencial de la inseguridad desde 2015.
“En 2022, Colima experimentó el mayor deterioro de paz en el país. Como resultado, registró la peor calificación de paz y la tasa de homicidios más alta de cualquier estado desde el inicio del IPM”, se lee en una de las conclusiones del estudio.
Esto se debe en gran medida a que el año pasado estuvo marcado por cambios continuos en el panorama de la delincuencia organizada en México pues, tras la legalización de la marihuana en algunos de los estados del país de las barras y las estrellas, el mercado ilícito del cannabis bajó, situación que permitió el auge de las drogas sintéticas como el fentanilo o las metanfetaminas.
“El aumento de la violencia en Colima se intensificó en la última década después de que los cárteles mexicanos cambiaran sus intereses de las drogas de origen vegetal como la marihuana y la heroína, a las drogas sintéticas”, puntualiza el Índice de Paz en México (IPM) en su edición de 2023.
De este modo, los 5 mil 600 kilómetros cuadrados que abarca el estado de Colima se han convertido en un sitio de gran interés para los distintos cárteles de la droga que operan en México.
El codiciado puerto de Manzanillo
Manzanillo -su puerto colindante de Colima con el Océano Pacífico- sirve como el punto de llegada ideal para los precursores químicos provenientes de Asia empleados para la fabricación del potente opioide sintético y otras drogas sintéticas que son sintetizadas en laboratorios clandestinos en México y posteriormente traficadas a través de cielo, mar y tierra por la frontera de Estados Unidos.
“La lucha por el dominio sobre el puerto de Manzanillo entre el Cártel de Sinaloa, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y los Zetas se remonta a 2016. Este conflicto ha hecho que Colima se convierta en un foco de violencia, con un aumento del 169% en la tasa de crímenes de la delincuencia organizada entre 2016 y 2022″, señala el informe del Instituto para la Economía y la Paz (IEP).
El CJNG y “Los Mezcales”
Aunque en 2021 la organización criminal que encabeza Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, se había consolidado en gran medida como el cártel dominante en Manzanillo y el resto de la entidad, a principios de 2022 uno de sus brazos armados conocidos como “Los Mezcales” se separó de su coalición tras una disputa en el penal de Colima que dejó como saldo 10 reclusos muertos.
La ruptura entre el cártel de las cuatro letras y “Los Mezcales” provocó una disminución en la tasa de homicidios de Manzanillo en 2022, no obstante en municipios como Colima y Villa de Álvarez el índice delictivo se disparó al registrar incrementos de hasta un 214% y un 168% respectivamente. Fueron precisamente dichos municipios los que registraron la segunda y tercera tasa de homicidios más alta del país el año pasado.