Como en anteriores ocasiones, y pese a la amenaza que recibió por hablar del caso Héctor Parra, Maryfer Centeno analizó el lenguaje corporal de Ginny Hoffman en una entrevista que concedió para Análisis feminista en Violeta sobre el proceso que ha enfrentado en los últimos dos años y la sentencia que recibió su expareja por el delito de corrupción de menores que habría cometido en contra de su hija en común, Alexa Parra.
Antes de comenzar con el análisis, la grafóloga explicó que decidió hacerlo porque desde que trascendieron las primeras denuncias públicas en contra de Héctor Parra hasta las últimas declaraciones que han lanzado personas involucradas en el caso, ha tocado ambas caras de la moneda y en esta ocasión no fue la excepción.
“Creo que definitivamente en este tema ya todo el mundo la está pasando de forma muy complicada, muy difícil, y vemos también a una Ginny Hoffman muy afectada por los comentarios y por la opinión pública”, comentó.
El primer punto que destacó la colaboradora de Hoy fue que la estrella de Chiquilladas apareció con una “postura tortuga”, con los hombros muy cerca de las orejas y una posición encorvada que denotaron intimidación.
“Se tensa toda la boca, se levantan las cejas e, incluso, las fosas nasales parecen hacerse todavía más evidentes. Esto a que se debe, a la exaltación, a la intensidad de la emoción”. comentó.
Otro punto que señaló Maryfer Centeno sobre los movimientos que hizo la actriz durante la charla fue que inclinó su cabeza hacia un costado y esto tiene un significado dependiendo el contexto en que suceda:
Es un gesto de sumisión y también de coquetearía. Lo que está haciendo de alguna forma la señora Ginny Hoffman es tratando de seducirnos.
Asimismo, indicó que el constante parpadeo y tensión en los labios sucede cuando una persona está muy nerviosa o estresada con la situación:
“Tu cuerpo está buscando esa forma de calmarse y de tranquilizarse. Entonces Ginny Hoffman, lo que hace de forma inconsciente es morderse los labios. Pero también, cuando no estamos seguros de lo que estamos diciendo probablemente por las consecuencias de nuestras palabras, lo que hacemos es que nuestra misma boca se autocensura”, dijo.
Maryfer Centeno comentó que con base en algunos gestos notó que: “De ninguna manera vemos una expresión que se pueda pensar que hay algún tipo de arrepentimiento, sino que al contrario, parece que la ofendida es ella, al menos esto es lo que demuestra al hablar”.
Mira al cielo como tratando de encomendarse a algo espiritual. Los seres humanos cuando ya no nos alcanzan los razonamientos propios, las herramientas emocionales propias, ,lo que hacemos es mirar al cielo. Y al mismo tiempo que mira al cielo parece ser que hace un movimiento apaciguador y las comisuras parecen irse hacia abajo. Es extraño.
La colaboradora de Hoy comentó que con base en sus conocimientos sabe que cuando una persona está pasando por emociones fuertes su voz fluctúa en tonalidades, caso contrario a lo que sucedió con Ginny Hoffman en la entrevista, pues mantuvo su “voz plana” aunque estaba hablando sobre el caso.
“Generalmente cuando hablamos tan despacio es porque estamos pensando antes de hablar”, dijo.
Maryfer Centeno aclaró por qué sus análisis sobre Daniela Parra y Ginny Hoffman son diferentes
“Todo esto va generando en la opinión pública algún tipo de suspicacia porque no es congruente, pero esto no quiere decir que sea una mala persona, yo no puedo hacer un juicio moral, yo no puedo decir si es inocente, si es culpable, lo único que yo creo es que no ha tenido la misma habilidad para comunicar (en comparación) con Dani Parra, que pues tiene un ángel”, declaró.
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