El conflicto de Estados Unidos con México por las medidas relativas a productos de biotecnología agrícola subió de tono este viernes luego de que se informó que la Casa Blanca solicitó al gobierno de Andrés Manuel López Obrador llevar a cabo consultas de solución de controversias bajo el marco de resolución de disputas del T-MEC (Tratado de Libre Comercio).
Y es que la Representación Comercial Especial de Comercio (USTR, por sus siglas en inglés) indicó abiertamente que no comulgan con las medidas de México, especialmente en la prohibición de importaciones de maíz transgénico para el consumo humano y para la alimentación animal.
“Repetidamente Estados Unidos ha presentado sus preocupaciones a México sobre sus políticas biotecnológicas que no están sustentadas científicamente y que amenazan con interferir con las exportaciones estadunidenses en detrimento de los productores agrícolas”, indicó Katherine Tai, titular de la USTR.
Argumentaron que dichas medidas parecen ser incompatibles con varias de sus obligaciones en los capítulos de Medidas Sanitarias y Fitosanitarias (MSF) y Acceso a Mercados del T-MEC.
“(Las políticas mexicanos) pueden exacerbar los retos de seguridad alimenticia y biotecnológicamente hablando ahogarían a la innovación agrícola que ayuda a los productores estadunidenses a responder a los retos del cambio climático, aumentando la productividad y mejorando sus vidas”
Además, recordaron que bajo el acuerdo tripartita se endosaron reglas para garantizar a los productores de los tres países el acceso total y justo a los mercados de cada nación.
México planea regular el maíz genéticamente modificado para consumo humano, lo que, según funcionarios estadounidenses, pone en riesgo unos 5 mil millones de dólares en exportaciones de maíz a su vecino del sur y podría impedir la innovación biotecnológica.
Si las consultas anunciadas no logran resolver los desacuerdos, o si no hay respuesta de México en un plazo de 75 días, Washington puede ir a los paneles de solución de diferencias para que decida la controversia.
La Asociación Nacional de Cultivadores de Maíz (NCGA), que representa a agricultores estadounidenses, elogió la medida de la Casa Blanca.
“Las acciones de México, que no se basan en datos científicos sólidos, han amenazado el bienestar financiero de los productores de maíz y de las comunidades rurales de nuestra nación”, dijo el presidente de la NCGA, Tom Haag, en un comunicado.
Y qué dice México...
Por su parte, el presidente López Obrador ha afirmado que las semillas modificadas genéticamente pueden contaminar las variedades autóctonas milenarias de México y ha cuestionado su impacto en la salud humana.
Pero los funcionarios estadounidenses aseguran que es información no está basads en la ciencia.
México es autosuficiente en maíz blanco, pero muy dependiente de las importaciones de maíz amarillo, que utiliza principalmente para alimento de ganado.
El gobierno AMLO desea lograr la autosuficiencia de maíz en el mediano plazo, por lo que impuso restricciones a la importación de maíz transgénico desde EEUU, además firmó un decreto para establecer aranceles a las exportaciones de maíz blanco, con la finalidad de aumentar el inventario dentro de México.
México se defenderá
La Secretaría de Economía (SE) aseguró la noche de este viernes que “defenderá” la postura del gobierno mexicano en torno al maíz transgénico.
La dependencia que encabeza Raquel Buenrostro informó en un comunicado que “demostrará con datos duros y evidencia” tres puntos:
1. El uso exclusivo de maíz nativo para la masa y la tortilla no tiene afectación ni interés comercial para Estados Unidos, dado que México produce el doble de maíz blanco del que destina a la tortilla, base alimentaria de los mexicanos.
En la medida en que esta disposición fomenta que México preserve su producción con semillas nativas, se abona en el cumplimiento del capítulo ambiental del TMEC, en el cual los tres países se comprometieron a cuidar la biodiversidad.
2. Gracias al nuevo decreto, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) ha estado en posibilidades de autorizar nuevas semillas de maíz biotecnológico y revaluar negaciones previas. El maíz importado de Estados Unidos es complementario y se destina al uso industrial y a la alimentación de animales.
3. El decreto plantea que la industria y el sector forrajero transiten de usar maíz genéticamente modificado a maíz no genéticamente modificado, eso no significará restricciones al comercio, como se señala en la solicitud de consultas de USTR.
La transición se dará gradual y de manera sostenible, fortaleciendo la competitividad y productividad del campo mexicano en pleno respeto a los compromisos internacionales suscritos por México.
“Hacemos votos para que en estas consultas prevalezca la buena fe de todas las partes y se aborden las diferencias sin involucrar otras consideraciones más allá de las estrictamente comerciales. Los fuertes lazos comerciales entre ambos países nos obligan a actuar con responsabilidad y altura de miras”, señaló Economía en el comunicado.