Luego de 11 días de que elementos de la Secretaría de Marina (Semar) tomaron tres tramos ferroviarios de Ferrosur en Coatzacoalcos y Medias Aguas, en el estado de Veracruz, por decreto del presidente Andrés Manuel López Obrador, ya se logró un acuerdo entre el Gobierno Federal y Grupo México, empresa de Germán Larrea, el segundo hombre más rico de México.
Así lo anunció la tarde de este miércoles el mismo AMLO durante una breve entrevista ante los medios en su visita a Tampico, Tamaulipas, donde encabezará el plan de salud IMSS Bienestar. Sin embargo, aclaró que sólo falta que se firme el documento que lo avala.
“Hubo un buen acuerdo [...] Hasta donde vi los términos, considero que son buenos para las dos partes. Se llegó a un buen arreglo, pero falta todavía que se tenga el documento firmado”, declaró sin dar mayores detalles a bordo de una camioneta.
Y es que el presidente se comprometió a informar sobre las condiciones del acuerdo este jueves 1 de junio durante su conferencia matutina en Palacio Nacional. “Mejor mañana hablamos”, dijo antes de retirarse.
Por su parte, la agencia Reuters informó que dicho pacto con Grupo México no implicaría una compensación en efectivo.
Cabe recordar que la semana pasada, López Obrador aseguró que la empresa de Larrea habría solicitado 9 mil 500 millones de pesos como indemnización por la medida, las cual consideró “absurda”.
“El acuerdo implica la ampliación de concesiones por vencer”, dijo una de las fuentes que pidió anonimato a la agencia por no estar autorizada a declarar públicamente sobre el asunto.
Hasta las 18:00 horas, Grupo México no se ha pronunciado al respecto.
El pasado 28 de mayo, el presidente pidió a los trabajadores de Ferrosur no preocuparse por su situación laboral, ya que, afirmó, su gobierno “los respeta” mucho.
El argumento de AMLO sobre la ocupación de los 120 kilómetros de vías de Ferrosur en Veracruz es que son de interés nacional, debido a la construcción del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, una de sus megaobras consigna, el cual cruzará por los estados de Chiapas y Oaxaca.
Un rescate de concesión, no expropiación
El pasado 26 de mayo, López Obrador explicó desde su conferencia matutina que la toma de Ferrosur en Coatzacoalcos no se trató de una expropiación, como mencionaron varios periodistas y opositores, porque no se puede expropiar algo que es público, sino un rescate de concesión.
Incluso, puso como ejemplo las expropiaciones que hizo el gobierno federal con los terrenos alrededor del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), las cuales fueron concertadas con los propietarios y permitieron liberar el derecho de vía para el tren suburbano a esa terminal aérea.
Detalló que el plan en Coatzacoalcos y Medias Aguas es que los trenes que operarán las Fuerzas Armadas paguen una cuota a la empresa de Larrea por llegar a Veracruz y a su vez, Grupo México pague al gobierno el derecho de paso en los tres tramos ferroviarios recuperados por el gobierno.
“Se está avanzando, van bien las cosas. Lo que se busca es rescatar el tramo de concesión, son 120 kilómetros aproximadamente para tener todo el circuito Tren Maya y los trenes de Guatemala a Ixtepec, de Salina Cruz a Coatzacoalcos”, dijo.
“Que no se preocupe nadie, nosotros hemos actuado de manera muy responsable, hasta de manera conciliatoria. No hemos expropiado a nadie, las expropiaciones que se han llevado a cabo son concertadas”
En ese sentido, señaló que para liberar vías del AIFA y del Tren Maya, los obstáculos no provinieron de campesinos o propietarios, sino sobre todo de la organización ligada al empresario Claudio X. González, a través de amparos.
Sin embargo, la Asociación Mexicana de Ferrocarriles rechazó la ocupación militar a través de un comunicado, argumentando que “la medida hace daño a México al poner en entredicho la certeza jurídica que es condición indispensable para todo negocio”.