En México, la tradición en torno a las propiedades medicinales de algunas plantas ha perdurado con el paso de los años. Algunos ejemplares cuentan con diversas cualidades que pueden coadyuvar a la atención de padecimientos variados. Una de ellas es la planta conocida popularmente con el nombre de Maguey morado, cuyo catálogo de hallazgos es amplio.
La Tradescantia spathacea, también conocida en algunas regiones de México como maguey, maguey morado, matlali o zopilotera, es una peculiar especie herbácea perteneciente a la familia de las commelináceas. De acuerdo con la Secretaría del Bienestar del gobierno de México, su uso también puede ayudar a disminuir dolores de estómago, aunque cuenta con propiedades antisépticas y desinflamatorias.
Se trata de una planta de tallo corto del cual se originan numerosas hojas empalmadas que abren su posición en forma arrosetada conforme aumentan su longitud en forma vertical. Las hojas en forma de espada pueden llegar a medir hasta 30 centímetros, su anverso es de color verde y el reverso puede llegar a presentar tonalidades violetas o morado púrpura.
Sus flores pueden llegar a ser de color blanco, de tamaño pequeño y suelen estar protegidas por brácteas del mismo color que el reverso de sus hojas alargadas.
De acuerdo con la Biblioteca de la Medicina Tradicional Mexicana de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el maguey morado habita en climas cálido y semicálido, desde el nivel del mar hasta los 1200 metros de altura. En ese sentido, ha encontrado en amplias regiones de México, el Caribe y Centroamérica el clima idóneo para su proliferación.
Debido a su amplia presencia a lo largo del territorio nacional, los pobladores de diversas entidades han encontrado múltiples usos para males de variada naturaleza en el cuerpo humano. Por ejemplo, en Chiapas suele ser utilizada para curar llagas y heridas a través del lavado de la región afectada con agua de cocción de las hojas.
Más al norte, en el estado de Puebla, es utilizada para curar la disentería de calor, es decir el padecimiento digestivo que, de acuerdo con el conocimiento popular, es causado cuando se rompe el equilibrio corporal por el ingreso de calor al organismo por medio de alimentos o bebidas.
En el estado de Veracruz suele utilizarse como un efectivo antiinflamatorio, así como para realizar el lavado de heridas. En tanto, en Yucatán le atribuyen efectos antisépticos y, aunque también se le reconocen propiedades antibióticas, no existe evidencia suficiente que corrobore dicha propiedad en su composición.
El estado de Tabasco es la región en la que se le han encontrado más usos. Para combatir el tétanos y utilizar su esencia como desinflamatorio y desinfectante, es necesario hervir las hojas y lavar las regiones corporales afectadas con el agua resultante después del punto de ebullición.
Otro de sus tratamientos consiste en soasar las hojas, untarlas con vaporub y colocarlas alrededor de la cabeza con la finalidad de aliviar el malestar por cefalea, es decir, dolor de cabeza.
Entre otras de sus aplicaciones también se encuentra la destinada al tratamiento de síntomas como la tos y enfermedades como el asma. Para ello, se debe ingerir el té de las hojas del maguey morado añadido con miel y limón. Por otro lado, para controlar y combatir los síntomas de la gripe es necesario añadir cebollín y hierbabuena.
De acuerdo con estudios realizados por especialistas de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), en las hojas se encontró la presencia de flavonoides, los cuales dieron como resultado un elevado porcentaje de efecto antiinflamatoria y dan respuesta al frecuente uso que la medicina tradicional le ha asignado para aliviar dicho tipo de padecimientos.