Al reiterar que continuará con su polémica política de “abrazos, no balazos”, el Presidente Andrés Manuel López Obrador defendió la estrategia de seguridad del Gobierno Federal y se distanció respecto a las medidas implementadas e la materia por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele.
En febrero pasado, el gobierno salvadoreño inauguró una megacárcel —considerada como la más grande de Latinoamérica— como parte del régimen de excepción instaurado por el mandatario centroamericano ante la escalada de violencia.
Sin embargo, López Obrador descartó la posibilidad de que México pudiera replicar algún tipo de medida basada en la estrategia salvadoreña, al considerarla contraria a los principios de su administración y de la llamada Cuarta Transformación.
“Tienen su propia historia, su idiosincrasia. Están enfrentando problemas distintos a los nuestros, entonces no se pueden extrapolar experiencias, no se pueden importar o exportar en cuanto a ciertos asuntos, como es el caso de la inseguridad”, aseveró durante su conferencia matutina de este lunes 29 de mayo.
Tras tomar distancia de quienes sostienen que lo mejor para enfrentar la inseguridad y la violencia son leyes y medidas más severas, el mandatario tabasqueño recordó que su política de “abrazos, no balazos” busca atender las causas que originan dichos problemas.
En ese sentido, tal como rezan los ideales de Rousseau, el mexicano se manifestó convencido de que el ser humano es bueno por naturaleza y que las circunstancias que envuelven a cada persona la llevan a “tomar el camino de las conductas antisociales”.
“Sostengo que si cambiamos las circunstancias cambiamos estos comportamientos; de modo que, para nosotros, lo más importante es atender las causas, los orígenes del problema, que no falte el trabajo, que el salario alcance, que se garantice el bienestar de la gente (...), en garantizar la seguridad pública. Todo eso es lo que va a ayudar a enfrentar el problema de la inseguridad y la violencia”, afirmó.
Categoría 2 de aviación es “arbitraria”: López Obrador
Sobre el tema, López Obrador acusó que el surgimiento de grupos criminales ocurrió durante la administración de Felipe Calderón, facilitado por el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, declarado culpable de narcotráfico y delincuencia organizada en Estados Unidos (EEUU).
Al respecto, recordó que García Luna permitió el tráfico de droga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) con la suspensión de revisiones o inspecciones en la terminal aérea por un tiempo determinado.
Sin embargo, aunque durante su gobierno cesó la presencia del narcotráfico en el AICM, López Obrador reclamó que la Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA, en sus siglas en inglés) mantiene “arbitrariamente” a México en la Categoría 2 en seguridad aérea.
“Resulta que en los tiempo de Calderón el aeropuerto lo manejaban los narcotraficantes y tenía Categoría 1. Ahora que el aeropuerto no lo manejan los narcotraficantes, que lo maneja la [Secretaría de] Marina, que se evita el robo de maletas, que no se permite la introducción de contrabando, de armas, de droga, ahora, arbitrariamente nos tienen en categoría 2″, protestó desde Palacio Nacional.
En ese sentido, comentó que en Estados Unidos son “muy exigentes” para otorgar su “carta de buena conducta”, “no sé por mandato de quién, si por mandato divino, por el destino manifiesto, no sé, para que el aeropuerto tenga Categoría 1″, acotó.
Cabe recordar que a inicios de mayo el titular del Ejecutivo Federal anunció que México ya cuenta con los requisitos pertinentes que solicita la FAA para recuperar la Categoría 1 en seguridad aérea y aseguró que el proceso, a cargo de la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), “está avanzando muy bien”.