El diario estadounidense The Wall Street Journal advirtió por los riesgos a la democracia que se enfrentan en México, principalmente luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador criticó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por la invalidez de decretos que protegieron sus obras insignia.
A lo que sumó el riesgo para los derechos de los inversionistas, luego de que expropió, también a través de un decreto, tramos de vías concesionados a la empresa Ferrosur, por convenir a sus fines políticos e ignorando la ley.
Fue en una editorial que el diario estadounidense señaló que aunque la Suprema Corte de Justicia limitó en días pasados al Poder Ejecutivo ante una serie de decisiones que el presidente tomó.
Como ejemplo de ello mencionó el decreto del presidente López Obrador, el cual se publicó en 2021 y con el cual se declararon como de “seguridad nacional” las obras y proyectos prioritarios del actual gobierno, el cual fue declarado como inválido por el Pleno de la Suprema Corte.
Pese a ello, el presidente publicó un nuevo decreto a sólo unas horas de la declaratoria de invalidez, en el cual blindó nuevamente dos proyectos de infraestructura, estos son el Tren Maya y el Tren Transístmico.
En medio de esta disputa en contra de la Suprema Corte y de la “lluvia” de decretos es que The Wall Street Journal identificó el método del gobierno federal para tomar lo que desea, en este caso, con el ejemplo de la expropiación de los tres tramos de vías concesionadas a Ferrosur, empresa filial de Grupo México.
El diario estadounidense indicó que el presidente López Obrador deseaba los tramos de vías para un proyecto que cruza de Veracruz a Oaxaca, para lo cual ambas partes, tanto la empresa como el gobierno federal, establecieron acuerdos a los que luego se dio marcha atrás.
Entonces, el mecanismo es decir en primera instancia lo que quiere al dueño, en este caso, advirtió que esta sería la razón por la que el presidente se reunió con el dueño de Grupo México en Palacio Nacional.
Para después “torcer brazos en cuartos traseros”, una estrategia que, cuando falla, da pie al llamado al Ejército.
En ese sentido, se recordaron los casos de las empresas Ferrosur y Vulcan Materials. En el primer caso, que es también el más reciente, inició el pasado viernes a las 06:00 horas, cuando se registró el ingreso de elementos de la Secretaría de Marina a las instalaciones de Grupo México.
En el segundo caso, mencionó que ocurrió en el mes de marzo, cuando se enviaron soldados a tomar una instalación de una empresa estadounidense en el estado de Quintana Roo. En estas acciones se cerraron sus operaciones de cantera luego de que las negociaciones con esta compañía en torno al Tren Maya no tuvieron los efectos esperados.
Con esto, advirtió WSJ, se están incumpliendo compromisos en el marco del T-MEC. No obstante, el presidente López Obrador inició negociaciones para evitar represalias por parte de los gobiernos de países con los que se suscribió el tratado.
“Para evitar represalias por parte de EE.UU o Canadá, López Obrador ha estado negociando caso por caso para acallar a los actores con mayor influencia política en Washington y Ottawa”, indicó el diario.
La toma de tres tramos de vías de Ferrosur por parte del gobierno federal para su uso en el Tren Transístmico generó polémica en los últimos días, pues el presidente López Obrador sostuvo una reunión con Germán Larrea en días previos.
Aunque el presidente dejó claro que la expropiación de las vías no tienen nada que ver con el interés que este empresario ha mostrado respecto a la compra de Banamex, pues se trata de única empresa que reunió los requisitos impuestos por el mandatario y que se mantiene firme en la puja.