Desde el incremento de actividad del volcán Popocatépetl se han desatado diversas preguntas en torno al volcán, algunas relacionadas principalmente a su posible erupción.
Sin embargo hay otras más centradas en la naturaleza del coloso así como su relación con los suelos.
Si bien, los especialistas han aclarado que los microsismos detectados recientemente en la Ciudad de México no tienen relación alguna con el volcán, hay otros fenómenos percibidos sobre la corteza terrestre que sí la tienen, tal es el caso del famoso socavón de la localidad de María Zacatepec, ubicada en el municipio de Juan C. Bonilla, Puebla.
Y es que la oquedad que se formó en 2021 está estrechamente relacionada con la historia del coloso, mejor conocido como “Don Goyo”, según ha señalado el doctor Carlos Valdés Gonzáles, ex director del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED) y actual investigador del Departamento de Vulcanología en el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Si bien son 32 kilómetros los que lo separan del volcán, el socavón está influenciado por la injerencia que el Popocatépetl ha tenido en la conformación de los suelos de María Zacatepec debido a la historia de su actividad volcánica.
Y es que, con la liberación y acumulación de ceniza y fragmentos de lava a lo largo de los años, se han conformado terrenos finos y fértiles en las inmediaciones del volcán, mismos que al presentar algún factor de desequilibrio se vuelven propensos a la formación de socavones.
“Esta es una zona naturalmente propensa por su tipo de suelo y porque hay presencia del agua. Éstas dos condiciones son naturales. Mientras no nos metamos, va a haber una especie de equilibrio”, detalló el experto.
Sin embargo, explicó que cuando hay una variación del nivel de aguas freáticas —ya sea ocasionado por la presencia de cantidades importantes de lluvia o por la extracción de agua para el proceso de riego— se da un proceso de “lavado” que resta cohesión al suelo lo que finalmente debilita el terreno hasta que finalmente genera un colapso.
Es por ello que el experto recomienda que en este tipo de zonas se haga énfasis en el cuidado del agua, especialmente en el caso de su uso para el cultivo, fomentando aquellos que requieran menor riego.
La actividad del volcán en las últimas semanas
Actualmente el Semáforo de Alerta Volcánica para el volcán Popocatépetl se encuentra en Amarillo fase 3.
Los escenarios previstos para esta fase son tanto la posibilidad de actividad explosiva de intensidad creciente, lluvias de ceniza notorias, posibilidad de flujos piroclásticos y flujos de lodo de mayor volumen y alcance (pero sin llegar a zonas habitadas) así como el crecimiento de domos y posibilidad de expulsión de magma.
En las últimas 24 horas del 23 de mayo, el Centro Nacional de Prevención de Desastres ha registrado 22 exhalaciones acompañadas de vapor, agua, gases volcánicos y ceniza. Además, se han contabilizado 1 mil 234 minutos de tremor de alta frecuencia de baja a gran amplitud.
Por su parte, CENACOM (Centro Nacional de Comunicación y Operaciones de Protección Civil) reportó durante este periodo de tiempo caída de ceniza en distintos municipios de Puebla: Nealtican, Tianguismanalco, Atlixco, San Diego la Mesa, Huaquechula y Atzizihuacán.
Actualmente las principales recomendaciones para la población que habita en zonas cercanas al volcán son:
1. Cubrir nariz y boca con pañuelo o cubrebocas
2. Limpiar ojos y garganta con agua pura
3. Utilizar lentes de armazón y evitar los de contacto para reducir la irritación ocular
4. Cerrar ventanas o cubrirlas y permanecer lo más posible dentro de la casa.