Son cerca de las seis de la tarde y Victoria Sámano, fundadora de la colectiva ‘Lleca, escuchando la calle’, y unas colaboradoras se instalan en bancas situadas a unos pasos del Metro Revolución, una zona en donde se concentran personas en situación de calle y trabajadoras sexuales.
De inmediato, quienes las conocen se acercan a saludarlas y conversar, como si se tratara de una gran familia. Hay quienes, a pesar de sus pocos recursos, les convidan de la comida que han conseguido para ese día y las abrazan con cariño.
Entre el bullicio de la gente que pasa por la concurrida zona de la Ciudad de México, Victoria y sus acompañantes comienzan a repartir gratuitamente condones, lubricantes, algunos artículos de belleza y ropa que enviaron algunos donadores.
Victoria explicó a Infobae México que repartiendo estos artículos pueden apoyar a personas en situación de calle, principalmente de la comunidad LGBTIQ+, que por falta de oportunidades y discriminación se ven orilladas a realizar trabajos sexuales y se concentran en dicho cuadrante.
“Hace dos o tres años aproximadamente, justo en en la pandemia por el COVID-19, empecé a tener un acercamiento con personas en situación de calle. Recuerdo que en esa época cerraron los hoteles de la Ciudad de México y muchas trabajadoras sexuales que viven en esos espacios, empezaron a vivir en situación de calle, frecuentando algunos parques de aquí de la alcaldía Cuauhtémoc, sobre todo”.
Al ver esa situación comenzó a llevarles comida y cosas que estuvieran a su alcance. " Prácticamente en ese momento estaba yo sola”, dijo.
Con el tiempo comenzó a tener mucha interacción con un grupo de mujeres trans en situación de calle que se concentraban en el parque que se encuentra frente a la alcaldía Cuauhtémoc.
“A través de lo que me ellas me contaban fui reconociendo la problemática que estaban viviendo en este momento, la falta de espacios seguros para personas de la diversidad en situación de calle. Las pésimas condiciones de los albergues del Gobierno de la Ciudad de México y todas las violencias no que habían por ser trabajadoras sexuales y mujeres trans, están en situación de calle, etcétera”
Paulatinamente comenzó a compartir en redes sociales lo que estaba haciendo y exponiendo la problemática que vive gente LGBTIQ+ en la calle.
“A partir de ahí se empieza a acercar gente y se empiezan a unir a la colectiva. En ese entonces no teníamos nombre, no teníamos como algún objetivo, un plan, pero así se conformó Lleca y ahora estamos a unos días de firmar el Acta Constitutiva”.
Además de apoyar a trabajadoras sexuales con condones, lubricantes y algunos objetos para el cuidado personal, Lleca mantuvo un albergue durante mucho tiempo, en el cual apoyó a mujeres trans que necesitaban un espacio seguro; sin embargo, unas semanas atrás se vio obligada a cerrar por falta de recursos y sus habitantes tuvieron que comenzar a habitar en la calle.
A decir de las mismas mujeres trans, a diferencia de otros albergues, en Lleca se sentían seguras y con libertad, ya que en otros espacios no hay perspectiva de género y el ambiente es hostil, viéndose en la necesidad de volver a las calles, donde realizan trabajos sexuales para ganar dinero, pues se han niegan a cometer delitos.
En el marco del Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, por el que monumentos se iluminaron con los colores de la bandera LGBGTIQ+, las autoridades no cuentan con censos de relacionados a personas de la diversidad sexual en situación de calle.
No obstante, hay informes sobre las acciones que la administración de la jefa de Gobierno capitalino, Claudia Sheinbaum Pardo, ha realizado bajo el lema “Ciudad de Derechos”, sumado a exhortos para que acabe la discriminación y se fortalezcan los derechos de la comunidad.
Desde los ojos de las personas que forman parte del sector, las autoridades no realizan acciones contundentes que les protejan, por el contrario, se sienten atacadas e invisibilizadas.
Es de recordar que el 21 de febrero Victoria Sámano se manifestó en el Congreso de la Ciudad de México por una iniciativa de la legisladora América Rangel que afectaba directamente a la comunidad trans. No obstante, fue agredida por el personal del recinto y desde entonces ha recibido amenazas de muerte.