Personas provenientes de distintos puntos de la región de América del Sur y Central así como del Caribe se encuentran acampando en la Plaza Giordano Bruno, ubicada en la alcaldía Cuauhtémoc de la Ciudad de México.
Con alrededor de 40 casas de campaña colocadas a lo largo del lugar, niños, jóvenes y adultos se encuentran a la espera de que la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) les otorgue una cita para acceder a una cédula que les permita el paso libre por territorio mexicano.
Algunas de los migrantes que se encuentran residiendo en el lugar declararon para Infobae México que durante su paso por Chetumal, Quintana Roo, se han dado casos en los que presuntas autoridades de migración rompen o confiscan sus papeles oficiales. Asimismo aseguraron que muchos se encuentran varados y en la espera de apoyo ya que no pueden transitar libremente en territorio mexicano ni regresar a su país de origen.
“He buscado ayuda tanto en instituciones como Migración (INM) y Comar y nos hemos quedado varados en este parque (...) lo que más necesitamos es apoyo de las autoridades para tener permisos y poder seguir avanzando (...) No queremos nada regalado”, declaró Joe López, joven proveniente de Guatemala.
Por otro lado otras personas denunciaron que han pasado más de veinte días y no han podido recibir atención de las autoridades capitalinas, además, advirtieron sobre la saturación de algunos puntos de la Ciudad de México ante el arribo de migrantes.
De acuerdo con la información obtenida, el campamento ubicado en la Plaza Giordano Bruno está conformado en su mayoría de personas provenientes de Haití y se comenzó a instalar desde el pasado viernes 12 de mayo, luego de que se diera el cierre de los módulos en el albergue habilitado en la alcaldía Tláhuac.
A partir de ese día y hasta este martes 17 de mayo se ha registrado un aumento en el número de personas en el lugar.
La re-instalación de las y los migrantes se da a poco más de un mes de que el lugar fuera desocupado. Entre cocinas ambulantes, anafres, y bolsas con sus objetos de valor, las y los migrantes se encuentran en espera de que las autoridades mexicanas les apoyen ante la situación en la que se encuentran tras verse orillados a salir de su país de origen.
En declaraciones a medios, algunos de los campistas han señalado que posiblemente desistan de su objetivo principal que sería cruzar la frontera norte para llegar a los Estado Unidos, en su lugar intentarían establecerse en algún punto del territorio mexicano.
Cabe señalar que el cambio de planes de muchos migrantes se da luego de que el 10 de mayo se diera fin al título 42 y con ello pasara a sustituirlo el título 8 en el Código de Estados Unidos.
Y es que este último implicó un recrudecimiento en las medidas para regular el control fronterizo, la detención de migrantes y la deportación de quienes no cumplen con los requisitos para la permanencia en el país.
En caso de que un migrante cruce la frontera y en su intento sea expulsado del país, tendrán prohibido volver a entrar durante al menos cinco años; además podría ser enjuiciado penalmente por intento reiterado de ingreso ilegal, según lo detallado por la Embajada de Estados Unidos.
Adicionalmente, el presidente del país vecino anunció que se aplicarán medidas adicionales como la apertura del primer Centro Regional de Procesamiento (RPC), el despliegue de efectivos adicionales, aumento de recursos destinados para gestionar la detención de migrantes, y la ampliación del acceso al “CBP One”.
En tanto, la situación tampoco se vislumbra favorable en México, ello ante las reiteradas recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), institución que ha dado cuenta de más de un reporte de violaciones de los derechos humanos de las y los migrantes en el territorio.