Un posible intento de feminicidio, nueve meses de prisión preventiva oficiosa, y diversos embates ante el sistema penal mexicano, la historia de Roxana Ruiz Santiago se ha visto trastocada por la impartición de justicia en México.
Roxana actualmente tiene 23 años de edad y es originaria de Santiago Pinotepa Nacional, municipio ubicado en la Costa de Oaxaca, zona mixe de la entidad. Debido a la falta de oportunidades económicas en la región a los 15 años migró a la zona metropolitana del centro del país para buscar mayores ingresos.
Fue en 2021, en el Estado de México, cuando sus días cambiaron de manera abrupta: durante la madrugada del 8 de mayo, tras ser agredida sexualmente, la joven luchó por su vida. Más de dos años después, Roxana recibió una sentencia por el asesinato de su agresor.
La jueza a cargo de su caso argumentó que la joven usó “exceso” de legítima defensa. Si bien esta figura jurídica sí existe en el artículo 66 del Código Penal del Estado de México, es decir, está en el catálogo de delitos, la defensa de la joven considera que ésta no se ajusta con el caso.
Por su parte, para ella el número de días dictados en la cárcel es el costo que se tiene que pagar por estar viva.
“Según la jueza, el precio que tienes que pagar por defender tu vida son 6 años dos meses y siete días en prisión, por defender tu vida y no dejarte tomar a la fuerza”, aseguró en una entrevista para Infobae México.
Tras reflexionar sobre la condena, ella asegura que se volvió a dejar de lado la violación que sufrió por parte de su agresor. En este sentido en una entrevista para este medio, su abogado, Ángel Carrera, reiteró que se buscará apelar la decisión, pues según sus declaraciones a este medio, no se sostiene el fallo de condena.
“No estaba armada, no utiliza ningún instrumento, no hay constancia en la escena del delito —que inclusive se hizo la inspección por policías, sin la participación del Ministerio Público— no encontraron algún objeto del que Roxana haya utilizado para defenderse, que dijeran que había superioridad para defenderse o que no tuvo conciencia del medio empleado, entonces no se sostiene ese fallo”, explicó.
Un juicio largo
Roxana fue aprehendida por el delito en mayo de 2021, el Ministerio Público argumentó que si bien había sido agredida, los medios empleados por la joven no fueron equiparables con el abuso que vivió. Al respecto, las activistas y compañeras del proceso legal de la joven han sido tajantes desde el inicio: “Ellos nos prefieren muertas, no vivas”.
En una entrevista realizada en 2022, Roxana aseguró que tras ser detenida, se violaron diversos de sus derechos; sin embargo, en ese momento ella no lo sabía. Pese a explicar lo sucedido, la mujer fue llevada a prisión, sin una revisión de su caso, sin una investigación sobre la agresión sexual de la cual fue víctima.
“Hay un sinfín de violaciones a los derechos humanos porque muchas veces la prisión preventiva es dada de facto”, aseguró la activista y miembro de la Asamblea vecinal “Nos queremos Vivas Neza”, agrupación que llegó al caso luego de que la madre de Roxana las contactara para pedir ayuda una vez que se enteró que su hija estaba encarcelada.
Y es que, para la Asamblea, en el caso, como en el de muchas otras mujeres, hubo nula perspectiva de género por parte del Ministerio Público y la Fiscalía. Ya que, de acuerdo con ellas, no se tomó en cuenta el hecho de que es mujer, indígena, y que fue violentada, situación que Roxana declaró desde él primer momento en que fue detenida y por la cual no se emprendió investigación alguna.
“Si desde el principio, quienes armaron la carpeta de investigación hubieran tenido perspectiva de género, el juicio no hubiera sido tan largo”, acusaron sus defensoras y acompañantes durante el proceso legal.
Y es que, de acuerdo con Roxana, tuvieron que pasar dos años para que se acreditara y comprobará algo que ella ya había dicho desde el primer momento: que había sido abusada sexualmente.
Prisión
Roxana vivió en carne propia la experiencia de esperar una sentencia dentro de prisión, para ella, según declaró, ya no había esperanza:
“La verdad yo no pensé que iba a salir, lo que me decía la defensora de oficio es que no había pruebas a favor, sólo en contra, no había manera de que yo saliera, si me daba por confesa me iban a dar 10 años, y si nos íbamos al juicio me darían una condena de 72 años, yo tenía mis esperanzas muertas”, comentó.
Bajo este sentido, la también joven madre detalló: “Mis derechos fueron violentados desde el momento de mi reclusión, ya al ingresar al reclusorio me asistió una abogada de oficio que quería que me diera por confesa sin una debida investigación, ni hablar de la perspectiva de género”.
Luego de que la Colectiva “Nos Queremos Vivas’' tomara su caso e iniciará con la batalla legal, Roxana recupero su libertad, esto bajo una medida cautelar otorgada por un juez, misma que se mantendrá hasta que se resuelva el caso en su totalidad.
“Yo creo que este proceso que ya no es dentro de prisión me da la oportunidad de trabajar aquí afuera para darle un sustento a mi hijo, del cual estoy a cargo, puesto que soy madre soltera. Allá adentro era muy difícil sustentar los gatos, tanto pasajes como para que me viniera a ver mi mamá”, narró.
Sin embargo, ella reitera que su libertad se encuentra condicionada: debe acudir a firmar todos los lunes, cada primero y 15 de cada mes. Además, no puede acercarse a los testigos, víctimas, ofendidos, ni al lugar de los hechos y tiene que reportar sus movimientos a las autoridades.
Algo que destacan sus defensoras es que Roxana realmente no tiene las condición materiales para abstraerse de la justicia.
Actualmente el abogado de la joven teme que la continuación del proceso se dé en el mismo Tribunal que en 2021 revocó la libertad y le ordenó prisión, pues se ha asegurado que este antecedente es indicio de que podría dejarse de lado la perspectiva de género.
“No se juzga con perspectiva de género y eso nos preocupa. Inclusive hubo una situación ahí porque dicho tribunal aceptó pruebas que pretendían revictimizar a Roxana, que únicamente iban a hablar de su conducta previa al hecho y que no tenían nada que ver”, explicó.
Por ahora el abogado buscará agotar todas las vías para que la joven pueda mantener su libertad. Al respecto Roxana reiteró que buscará que se haga “verdadera justicia”.
“Que las autoridades y los jueces y los hombres machistas no piensen que nos pueden violar como si nada, que nos pueden atacar, tomar por la fuerza y que aparte de eso nosotras tengamos que ser las culpables y las pagadoras”, sentenció.