El Centro de Derechos de las Víctimas de “Minerva Bello” (CDHVMB) denunció que los habitantes del poblado de Nuevo Poblado El Caracol, del municipio de General Heliodoro Castillo, Guerrero, están siendo desplazados producto de varios bombardeos con drones por parte de La Familia Michoacana.
En un comunicado, el Centro de Derechos exhortó a las autoridades de los tres órdenes de gobierno a brindar atención humanitaria urgente a los habitantes, “quiénes se encuentran en condiciones de desplazamiento forzado interno producto de la violencia provocada por grupos ilegales armados que están violentando gravemente a la comunidad”.
Los habitantes denunciaron, según el Centro de Derechos, que hace aproximadamente siete meses un grupo de hombres armados, presuntamente integrantes de La Familia Michoacana, amenazó a los residentes de la localidad diciendo que “‘no querían ver a nadie de las comunidades de las orillas del río o se atendrán a las consecuencias’, impidiendo salir de la población al municipio de Apaxtla de Castrejón a hacer sus compras”.
El centro detalló que las personas que no acataron las amenazas de esta estructura criminal se les golpeó y les quitaron sus pertenencias, “sembrando con ello un ambiente de pánico en la comunidad”.
El Centro de Derechos Minerva Bello enlistó una serie de eventos violentos que ha sufrido la localidad, como la ocurrida el 2 de mayo, en donde los pobladores de El Caracol “se percataron que había drones sobrevolando su comunidad”.
Un día después, nuevamente advirtieron la presencia de estos aparatos, pero en esta ocasión “fueron lanzadas seis bombas” de los drones contra la comunidad. Este hecho, según el Centro de Derechos, motivó a la población a abandonar sus hogares, principalmente de mujeres y niños.
El 8 de mayo, “a pesar de ya encontrarse desplazados, la comunidad fue atacada nuevamente con los drones, los cuales lanzaron 11 bombas en contra de la población masculina que se mantuvo” en la localidad.
Por estos hechos, casi la mitad de la población se encuentra desplazada de manera forzada desde el 3 de mayo, por lo que el párroco de la comunidad de Tlacotepec han dado atención humanitaria a los desplazados, resultando insuficientes.
“Más de la mitad de las personas desplazadas presentan problemas de salud, como diarrea, tos, gripa, fiebre, dolor de cuerpo, dolor de cuerpo, dolor de cabeza y crisis nerviosa, entre otros”, se lee en el comunicado.
En entrevista con Infobae México, José Filiberto Velázquez, director del Centro Minerva Bello, comentó que, hasta el momento, la gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, no ha tenido comunicación con ellos o con la población para brindarles apoyo y seguridad.
Sin embargo, el único funcionario que ya se acercó, según contó Filiberto Velázquez, fue el senador morenista Félix Salgado Macedonio, padre de la actual gobernadora de la entidad, por lo que esperan que muy pronto reciban su ayuda.
Agregó que, de acuerdo con sus registros, se tienen contabilizados a 600 personas desplazadas de la comunidad Nuevo Poblado El Caracol, los cuales hicieron una llamado a las autoridades locales y federales que se restablezca la seguridad en su localidad para que puedan retornar.
Esta misma solicitud la hizo Centro de Derechos “Minerva Bello” para que realicen las acciones que aseguren los derechos de las población.
“La comunidad ha sufrido abandono de las autoridades. Durante la pandemia de Covid-19 se suspendieron las clases en las escuelas y recientemente el Centro de Salud carece de personal para brindar atención a la población ya que el personal se niega a acudir a brindar el servicio por el temor a ser víctimas de la violencia que se vive en la zona”, detalló el Centro de Derechos.