Así se verían las imágenes del Popocatépetl desde Puebla si hiciera erupción, según la Inteligencia Artificial

En los últimos días, el volcán Popocatépetl ha registrado actividad importante, desde el aumento de exhalaciones -incluso superando las 200 en menos de 24 horas- y hasta explosiones y tremores.

“Don Goyo”, como también es llamado, es uno de los volcanes más monitoreados del país, no solo porque está activo, sino porque se encuentra muy cerca enormes poblados, en los límites entre Puebla, Morelos y el Estado de México. Además, se encuentra a escasos 73 kilómetros de la Ciudad de México, la urbe más grande del país.

Actualmente, el volcán se encuentra en Semáforo Amarillo Fase Dos, es decir, que presenta incremento en su actividad en que se registra pluma continua de vapor de agua y gas, caída de ceniza de leves a moderadas en poblaciones cercanas, lanzamiento de fragmentos incandescentes y posibilidad de flujos piroclásticos de corto alcance, crecimiento y destrucción de domos de lava, así como flujos de lodo o de escombros de corto alcance.

Ante el temor de una posible erupción del Popocatépetl, en Infobae México pedimos a una inteligencia artificial cómo se vería este escenario desde Santiago Xalitzintla, el municipio más cercano al cráter del volcán.

Fue a través de la herramienta de inteligencia artificial de Microsoft llamada “Bing Image Creator” como se generaron estas imágenes que muestran cómo se vería la erupción de “Don Goyo” desde la población cercana.

En las imágenes creadas por la inteligencia artificial se enfocan principalmente en una explosión del volcán y una enorme exhalación, sin embargo, descartan la presencia de lava, solo en una de las imágenes muestra un poco de incandescencia.

Al acudir a otra herramienta de inteligencia artificial, en este caso de Craiyon, el escenario de una posible erupción del Popocatépetl si mostró la presencia de lava.

Si el Popocatépetl hiciera erupción, habría varias consecuencias importante y efectos adversos en la zona cercana al volcán y más allá. Según la herramienta de inteligencia artificial de ChatGPT esto pasaría:

Durante la erupción, el volcán lanzaría una gran cantidad de cenizas al aire, mismas que podrían extenderse no solo a las áreas cercanas, sino que podría llevar a ciudades más alejadas.

Cabe mencionar que la ceniza puede causar problemas respiratorios en las personas, afectar la visibilidad, así como contaminar los suministros de agua y cultivos.

También se registraría la presencia de flujos piroclásticos, es decir, de nubes calientes de gas y material volcánico que descienden rápidamente por las laderas del volcán, los cuales son extremadamente peligrosos y pueden destruir todo a su paso.

Las áreas cercanas al volcán estarían en mayor riesgo de ser afectadas por estos flujos piroclásticos.

Las cenizas volcánicas pueden acumularse en el suelo y mezclarse con la lluvia, lo que resulta en lluvias de ceniza, las cuales pueden dañar cultivos, contaminar fuentes de agua y causar problemas en infraestructuras como techos y sistemas de drenaje.

La erupción eventualmente podría obligar a la evacuación de comunidades cercanas al Popocatépetl. Por lo que las autoridades tendrían que tomar medidas para garantizar la seguridad de la población.

Finalmente, las erupciones volcánicas a menudo están asociadas con actividad sísmica, por lo que pueden ocurrir temblores antes, durante y después del suceso, lo que aumentaría el riesgo de daños estructurales y amenazaría la seguridad de las personas.

Ante la reciente actividad del volcán, el Comité Científico Asesor del Sistema Nacional de Protección Civil para el Popocatépetl realizó una reunión extraordinaria para evaluar su reciente comportamiento.

Este comité está integrado por especialistas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), de la Universidad de Colima y del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Tras su evaluación, el comité concluyó que el escenario más posible, en el corto plazo, consiste en una actividad similar a la que se ha presentado recientemente en el volcán, es decir, explosiones de tamaño menor, algunas moderadas y ocasionalmente grandes; así como emisiones de ceniza y fragmentos incandescentes dentro de un radio de 12 kilómetros.

Es decir, los expertos no visualizan un pronto aumento de las actividades volcánicas del Popocatépetl, ni una eventual erupción. Sin embargo, el monitoreo visual, sísmico, de deformación y de emisión de gases se mantiene de forma permanente las 24 horas del día, los 365 días del año.