Algunos de los temas más relevantes que se han visto en los últimos días, en la conferencia de prensa mañanera, son sobre el Plan B, y sobre una serie de retos que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha lanzado con el periodista Carlos Loret de Mola.
Justamente este par de temas fueron tocados este jueves por el comunicador en su columna Historias de Reportero, a la que tituló El presidente del “hago lo que quiero”. En ella, Loret de Mola señala que en este milenio, más que nunca, las personas buscan que sus gobernantes cumplan la ley y rindan cuentas.
“Las mañaneras de antier y ayer - con los ataques a la Suprema Corte y los insultos a un periodista que le pidió una entrevista - son una muestra de que el presidente de México cabalga en contra del signo de los tiempos”, señala en su texto el columnista.
También menciona que una de las frases que seguirán al presidente López Obrador por el resto de su carrera política, es la de “no me vengan con que la ley es la ley”, pues, señala, esta es una de las “radiografías más diáfanas” del pensamiento del mandatario federal. “Es una tomografía política”, señala. Loret menciona que el presidente quiere hacer lo que “le dé su regalada gana”.
También habla sobre el más ataque de AMLO a la Suprema Corte, y señala que esto fue en venganza porque “sepultaron” su Plan B de la reforma electoral, y, dice, es una especie de Ley de Say política: la oferta crea la demanda. “Si lo ofreces, entonces lo van a querer. Elegir a los ministros de la Corte no es en lo absoluto una prioridad para la ciudadanía. No es como conseguir medicinas o resolver la inseguridad. Pero si el presidente pregunta a su pueblo, ¿quieren elegir a los ministros? La respuesta popular puede ser obvia: ¡claro!”.
Loret menciona que la especialidad del gobierno del presidente es simplificar el debate al extremo y faltarle al respeto a la gente librándola de argumentos sofisticados. También explica que López Obrador no dice que en ningún país de los que son ejemplos de democracia y prosperidad, los ministros de la Corte hacen campaña y se someten a elecciones, y, dice, esto es porque entonces quedarían a merced de hacer los compromisos sucios y alianzas que suelen hacer los políticos para encumbrarse, como aliarse con grupos de interés, con partidos a los que les deben todo, con empresarios que los financian, o con narcos que los impulsan. “Nadie quiere eso en un ministro”, señala.
Sobre el tema de la entrevista que solicitó al presidente y que éste último rechazó, recordó la respuesta que dio el mandatario: “No lo quiero ver”, y, dijo, “soltó el veneno con más ira que nunca”. Mencionó que AMLO lanza acusaciones contra él sin una sola prueba, pues sabe que lo que dice de él es mentira, además de que, según el texto, no tiene cómo contestar sus investigaciones.
Señala que el mandatario no quiere la entrevista que le solicitó porque no tiene cómo justificar sus escándalos, además que teme quedar acorralado con preguntas sobre sus hermanos, sus hijos, el tráfico de influencias, los negocios al amparo del poder, el desabasto de medicamentos, los 800 mil muertos de la pandemia, la inseguridad récord y los abrazos al narco.
Dice que si el presidente quisiera rendir cuentas ante la sociedad, vale más una entrevista así que mil mañaneras con preguntas a modo. “Su único recurso es el insulto y la calumnia, potenciados en el monólogo de la mañanera. Me resisto a normalizar el creciente tono de sus agresiones. Y dejo constancia de un presidente cada vez más violento”, concluye.