Diez animales que no pueden ser mascotas en México

Cuando se habla de mascotas es común hacer referencia a perros, gatos, tortugas, conejos, hámsteres o cualquier otra especie que ha pasado por un proceso de domesticación, no obstante, existen algunas especies silvestres de las cuales hay pocos ejemplares que se convierten en un deseo personal solo por ser exóticos.

La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) explicó que México juega un papel importante en el comercio ilícito de vida silvestre, debido a que es una de las naciones con mayor biodiversidad del planeta. “El principal factor que detona el tráfico ilegal de vida silvestre es la demanda de mercado, la cual a su vez es promovido por grupos de consumidores”, detalló la dependencia en su página web.

Uno de los principales motivos por el cual existe la demanda de estos animales silvestres es el estatus social que dan a quienes los poseen, además de que algunos son utilizados para productos medicinales y otros derivados, aunó.

La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) dio a conocer una lista de animalesque están prohibidos para tener como mascota o comercializar dentro del territorio nacional.

Los animales que integran la lista están en peligro de extinción, amenazadas o sujetas a protección especial; el objetivo principal de las autoridades para tomar este tipo de medidas es el preservar las especies.

De acuerdo con información de la Profepa existen 90 especies que son protegidas por la ley las cuales están enlistadas dentro de la NOM-059-SEMARNAT-2010, la cual fue actualizada en 2016. Algunos animales más allá de ser mascotas están amenazados por la caza furtiva y al ser capturados para un fin comercial.

Entre los animales prohibidos para tener como mascota en México se encuentran: el perico cabeza amarilla, la guacamaya (roja o verde), el mono araña, el mono aullador, la tarántula rodillas rojas, la iguana negra y verde, las víboras de cascabel, el halcón de harris, el jaguar, el ocelote, el puma, el gato montés, el jaguarundi, entre otros.

La Profepa subrayó que la comercialización de cualquiera de las especies que integran esta lista serán castigados con nueve años de prisión y una multa de 50 a 50 mil días de salario mínimo.

El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) en su más reciente reporte sobre el tráfico ilegal de especies consideró que la estrategia que se ha realizado a nivel internacional está fallando y el enfoque actual no es suficiente para combatir este delito.

“Los gobiernos y las organizaciones internacionales concuerdan de forma general en que los compromisos asumidos y las acciones tomadas no están coordinados y no abordan el tema con eficacia”, especificó la organización a favor de los derechos de los animales.

La WWF detalló que el tráfico ilegal de especies silvestres afecta diferentes niveles de gobernabilidad como la seguridad de los países, el desarrollo sostenible social y económico, así como la destrucción de la riqueza natural de las naciones.

La asociación internacional detalló que la caza furtiva tiende a prosperar en países donde abunda la corrupción y la aplicación de la ley es bastante laxa. Este tipo de negocio ha aumentado en los últimos años, a pesar de esta situación sigue siendo menos lucrativo que el tráfico de drogas, pero deja ganancias considerables a los sindicatos delincuenciales.

De acuerdo con World Animal Protection, organización internacional que lucha por los derechos de los animales, México por su posición geográfica y riqueza natural sigue padeciendo de este problema, pues se mueve una gran cantidad de dinero. Los grupos dedicados a este negocio ilegal cumplen como “proveedor de animales, sitio de tránsito y destino de especies blanco del comercio ilegal”.