Por medio de una carta dirigida a Janet Yellen, secretaria del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, cinco senadores de aquel país solicitaron que se emitiera una sanción en contra de la empresa Tobacco International Holdings Switzerland por sus aparentes nexos con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y la producción de fentanilo.
Marco Rubio, Tom Cotton, Rick Scott, Bill Hagerty y Bill Cassidy fueron los legisladores que redactaron la misiva, en la cual pidieron que también se incluyera en la lista negra de la Oficina de Control de Bienes Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés) a todas las filiales y subsidiarias de TIH, corporativo que habría tejido una red de corrupción conocido como el Cártel del Tabaco.
Una investigación periodística de Carlos Puig y Galia García Palafox publicada en 2018 en Milenio reveló el mecanismo con el que personas asociadas a TIH se hacían pasar por funcionarios y usaban documentos falsos para intimidar a distribuidores de cigarros que no fueran de marcas vinculadas a dicha entidad. ¿El objetivo? Eliminar la competencia y acaparar el negocio.
Sin embargo, la información disponible señaló que el impacto de esta empresa no sólo se habría visto reflejado en la industria tabacalera, sino que habría impulsado las actividades ilícitas del cártel de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, alusivas al tráfico de fentanilo.
¿Cómo nació el Cártel del Tabaco?
Tobacco International Holdings Switzerland es una empresa formalmente incorporada en Ginebra, Suiza. Su fundador y director general es un sujeto identificado como José Guadalupe Varela González. En 2017, Tobacco International Holdings (TIH) se constituyó en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, según actas del Registro Público de Comercio retomadas por Proceso.
Fue a finales de ese año que comenzaron a detectarse falsos operativos de personas vinculadas a la empresa y surgió el nombre de otro sujeto relevante para esta red criminal: Carlos Cedano Filippini.
Testimonios recuperados por Milenio mencionaron a Cedano Filippini como el responsable de las intimidaciones a distribuidores e incluso lo señalaron como un presunto socio de la compañía. En 2018, la entonces diputada de Movimiento Ciudadano, Martha Tagle, presentó en la Cámara de Diputados un punto de acuerdo para pedirle a las autoridades federales que investigaran a TIH por posible evasión fiscal, así como por operaciones con recursos ilícitos.
Durante su participación, Tagle expuso que Carlos Cedano Filippini fue comandante en 2006 de la extinta Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y estuvo adscrito a distintos estados, como Veracruz, Tabasco, Jalisco y Michoacán.
Dos años más tarde, en 2008, fue detenido por la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) como parte de una investigación por narcotráfico. Tenía cerca de 600 mil dólares en su poder cuya procedencia no pudo explicar, por lo que fue procesado, pero quedó libre luego de pagar una fianza de dos millones de dólares.
Lo repatriaron a México y, después de haber estado detenido en Nayarit por delincuencia organizada y operaciones con recursos ilegales, fue restituido en la Procuraduría General de la República (PGR) y enviado a Michoacán. En 2016, un miembro de las autodefensas de dicho estado lo señaló como el agente designado por el entonces procurador Martín Godoy para negociar con el CJNG.
En mayo de 2022, un reportaje de Amílcar Salazar reveló que Carlos Cedano Filippini, junto con sus hermanos Hugo Antonio y Genaro, estaría a cargo no sólo de las extorsiones a comerciantes —supuestamente por órdenes directas del CJNG—, sino también de la maquila de cigarros de TIH mediante las empresas Braxico Manufacturing, S.A. de C.V, Sijara International Manufacturing, S.A. de C.V. y Burley & Virginia Tabaco Company, S.A. de C.V.
En noviembre de 2020, el entramado de empresas adquirió las licencias para el uso de más de 50 marcas de productos de tabaco en el país, incluidas Económicos, Laredo, Link, Cherokee, Studio 54, Península, Roma y Senator.
El posible impacto en el negocio del fentanilo
Más allá del monopolio del sector tabacalero en México, los senadores estadounidenses externaron su preocupación por los efectos que esta alianza entre el Cártel del Tabaco y el CJNG podría tener para la salud pública y la seguridad de dicho país.
Esto, debido a la fuerte suma de ingresos que dicha red podría representar para el cártel del “Mencho”, ya que la producción y venta de cigarros podría ser un mecanismo aparentemente legal para incrementar sus ganancias y costear el resto de sus operaciones.
En este sentido, la carta enviada al Departamento del Tesoro explicó que en 2019 la industria mexicana del tabaco generó un estimado de cuatro mil millones de dólares (más de 70 mil millones de pesos) en ventas. “Incluso una pequeña porción de dichas ventas podría financiar una inaceptable expansión de las operaciones del CJNG para traficar fentanilo”, redactaron los funcionarios.
Con tal argumento, pidieron que TIH, José Guadalupe Varela González y los hermanos Cedano Filippini fueran sancionados por la OFAC, ya que el congelamiento de sus activos y la apertura de investigaciones en su contra podría beneficiar el combate al fentanilo, cuyo consumo causa un estimado de 175 muertes diarias en EEUU.