Apenas un día después de que el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió como inconstitucional el proceso legislativo por el que se aprobaron reformas a dos leyes secundarias en materia electoral -el plan B de AMLO- el ministro Arturo Zaldívar dio a conocer los argumentos de su voto.
Partidario en múltiples ocasiones de las políticas de la actual administración, el expresidente del máximo tribunal tuvo una inesperada resolución ante el proyecto impulsado por su colega Alberto Pérez Dayán. Ante un previsión de que su sufragio se pudiera alinear con los de Loretta Ortiz Ahlf y Yasmín Esquivel Mossa, Zaldívar fue parte de la novena de magistrados que reconocieron la controversia constitucional.
Precavido ante las reacciones que ello pudiera generar, el letrado dedicó su columna de este 09 de mayo a explicar las razones de su postura. Además, en su texto denominado como Los “dueños” de la Constitución y publicada en Milenio, exhibió las intenciones de quienes piensan y pretenden que los jueces del Poder Judicial respondan a intereses políticos sin autonomía. No obstante, lo hizo sin mencionar nombres.
“Hay quienes piensan, por razones políticas o partidistas, que son dueños de la Constitución: que su visión de los derechos y la democracia es la única legítima. Que son poseedores de su sentido “verdadero” y que cualquier lectura que se aparte de la suya no solo es equivocada, sino reprobable”, se lee en el inicio de la columna.
Por ello, señaló como un “degenerado constitucionalismo partidista” el resultado de las aspiraciones que ciertos personajes tienen sobre los ministros -y demás integrantes del Judicial- para que estos se alineen a una postura predeterminada o por el contrario ser tachados de estar en el lado incorrecto de la historia.
Una equivocación al tratarse de hechos que pueden ser abordados desde visiones diferentes, pero manejados con verdades absolutas. “Lo cierto es que esta es una forma profundamente equivocada de entender a la Constitución. Su texto no ofrece respuestas “correctas” para todas las preguntas”, argumentó Zaldívar.
De esta forma, el ministro sostiene que la democracia en la que se desarrolla el país, lleva intrínseca la idea de la pluralidad y diversidad de ideas, así como su coexistencia por lo que, es un absurdo valorar el desempeño de un integrante de la SCJN en un espectro apenas dual entre lo blanco y lo negro.
Finalmente, Zaldívar Lelo de Larrea, de 13 años de trayectoria como ministro del máximo tribunal, señaló que el fin ideal de cada resolución es construir soluciones justas como consecuencia del “debate intenso, libre y robusto” que debe prevalecer en el trabajo de la Corte.
Ante el voto en contra del plan B de AMLO, el juzgador concluyó: “Seguiré votando con integridad y responsabilidad. Seguiré expresando públicamente las razones de mis votos. Seguiré respaldando mis fallos con argumentos sólidos, basados en evidencia y en congruencia con mis precedentes y mi visión de la justicia”.
Por su parte, el presidente López Obrador se pronunció inmediatamente sobre la resolución en su habitual conferencia mañanera condenando y descalificando a la SCJN tachándola de “podrida” y de estar " al servicio de la corrupción”. Cuestionado directamente sobre el desempeño de Zaldívar, el mandatario se limitó a referirse sobre las presiones de las que son sujetos los ministros por parte del bloque conservador.