¿En dónde están?

43% de las mujeres sufre burnout, comparado con el 31% de los hombres; que las mujeres, como nunca, están cambiando de trabajo (con todas sus consecuencias) y que en el liderazgo más senior de las empresas, solo uno de cuatro, es mujer

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Mtra Cecilia Canal, Vicerrectora de
Mtra Cecilia Canal, Vicerrectora de la Universidad Panamericana

Marilú Castañeda, Cindy Martínez, Eloisa Bugarín y Daniela Falfán Meyer, al igual que la de la pluma, somos egresadas de la UP. El lunes tuvimos la oportunidad de comer y más tarde, compartir un espacio de diálogo frente a un grupo de invitados en la Universidad Panamericana. ¡Qué delicia de tarde! No solamente nos reímos platicando de lo que cada una ha vivido (¡y vive!) en su cotidianidad, sino también pudimos escuchar la perspectiva de cuatro “cracks” sobre la participación de mujeres en posiciones de la alta dirección.

Coincidieron en los retos para integrar los gustos, las familias, los resultados de la empresa, el ejercicio, los viajes, las metas personales, la convivencia con amigos…. y un largo etcétera; coincidieron en la complejidad que implica y los malabarismos que hay que sortear al elegir ese formato de vida, pero sobre todo, coincidieron en la maravillosa fortuna de incidir en sus distintos ámbitos para apoyar a más mujeres, para mejorar las condiciones de vida de muchos, para transmitir con todo lo que se hace, con un trabajo bien hecho, el mensaje de posibilidad y de aliento, para impactar positivamente a México y para, con una enorme ilusión, seguir trabajando muy duro con un sentido claro y trascendente.

Es común encontrarse con cifras que reflejan la escasa y complicada participación de mujeres en puestos directivos. En su informe anual, Women in the Workplace, McKinsey reporta, una vez más, datos poco alentadores. En el informe 2022, que desde hace 8 años se trabaja con la organización Lean In para la zona de Estados Unidos, entre otras cosas, se dice que 43% de las mujeres sufre burnout, comparado con el 31% de los hombres; que las mujeres, como nunca, están cambiando de trabajo (con todas sus consecuencias) y que en el liderazgo más senior de las empresas (el famoso C-suite), solo uno de cuatro directivos, es mujer.

Las cifras para América Latina son un poco más reconfortantes. En el mismo informe de Mckinsey, pero para la región LatAm, se menciona que en los últimos años, ha habido un incremento en la conciencia de atención a este tema por parte de las empresas- en 2010, 20% lo tenía como tema prioritario vs 37 % en el informe de 2022. Y Forbes en su edición de mayo de 2022, haciendo referencia al estudio de Grant Thornton Women in Business 2022, publicó : “Latinoamérica se mantiene por encima del promedio mundial, con 35% de representación femenina en los puestos de alta gerencia, porcentaje mayor que Norteamérica y la Unión Europea (ambas con 33%)”.

El número de mujeres en
El número de mujeres en puestos de liderazgo es menor que el de los hombres a nivel mundial REUTERS/Toby Melville

No puedo evitar preguntarme: ¿Por qué si las empresas requieren (no tengo duda) más mujeres en sus puestos directivos y las mujeres quieren más espacios en posiciones de liderazgo, parece que no se encuentran? Las mujeres se preguntan: ¿en dónde están estas oportunidades directivas? Las empresas se preguntan ¿en dónde están estas mujeres competentes, audaces, empoderadas, que me van a aportar? Y yo me pregunto: ¿en dónde está este punto de convergencia? ¿Qué hacer para que se ubiquen y conecten?

El punto de encuentro, la respuesta, como en tantos casos, está en muchos sitios. Está en las empresas, preparando planes de sucesión que contemplen más mujeres, en lainclusión de dinámicas flexibles y familiy friendly, en la incorporación de mecanismos que promuevan las oportunidades, en el desarrollo del talento de sus colaboradoras, en el reconocimiento y promoción al mérito, en el interés de crear esos espacios.

Está en las mujeres, en trabajar en su preparación, en su crecimiento, en la creación y participación de redes de apoyo, en darse oportunidades, en creerse capaces, en levantar la mano y la voz, en hacerse visibles, en apoyar a las que vienen detrás y a las que están a nuestro lado.

Está en las universidades, creando colaboraciones y vinculaciones entre alumnas y oportunidades, entre alumnas y empresas, en la propuesta de programas de alto nivel, con rigor académico, que no dejen lugar a dudas de la competencia de sus egresadas, en el cuidado de cada alumna y en el acompañamiento, a cada una de ellas, en la construcción de su trayectoria profesional y personal.

Está en las instituciones educativas de educación básica e intermedia, en la formación de jóvenes que procuren el respeto a todos, la igualdad y la justicia, la promoción de la dignidad humana.

Está en las familias y en sus dinámicas cotidianas, en la educación de hombres y mujeres audaces, respetuosos, valientes, incluyentes, esforzados, íntegros.

Está en las autoridades, en no permitir y no pasar por alto abusos, denuncias, casos tan dolorosos con los que nos encontramos cada día. En promover leyes justas y equitativas y en hacerlas cumplir.

El vértice de todas estas líneas está en la conciencia y la voluntad de hacer todo esto una realidad: está en la colaboración, en el diálogo, en el trabajo común en el esfuerzo compartido. En la genuina y esforzada búsqueda: buscar con ganas de encontrar…. En la suma, en la inclusión, en la apertura. En la mente de todas y de todos; en el ánimo constante, en la convicción de que es posible.

Ahí nos vamos a encontrar…

Cecilia Canal es Vicerrectora de la Universidad Panamericana. Es egresada de esa misma institución de la licenciatura en Pedagogía y tiene una maestría en EUA, en Educación y liderazgo en instituciones educativas. Lleva 30 años trabajando en la educación desde distintas posiciones e instituciones. Twitter: @CeciCanal1

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