Cómo fue que Alan Gabriel Nuñéz, operador de “Los Chapitos”, pasó a ser uno de los más buscados por la DEA

Actualmente el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares

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(Foto: DEA)
(Foto: DEA)

La Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) recientemente agregó a su lista de los criminales más buscados a Alán Gabriel Núñez, hombre de origen mexicano por quien actualmente el Departamento de Estado de Estados Unidos ofrece una recompensa de hasta un millón de dólares.

Núñez Herrera es señalado por la agencia antidrogas de ser una de las piezas clave para el tráfico de droga a Estados Unidos al ser uno de los operadores de Los Chapitos en la región.

Y es que fue entre octubre y noviembre de 2022, que, a través de operaciones encubiertas la DEA encontró pistas clave en contra de Núñez Herrera.

Fue entre esos meses en los que el operador de Los Chapitos entregó a un asociado y co-conspirador, Julio Marín González, aproximadamente 20 mil pastillas de fentanilo y aproximadamente cinco kilogramos de polvo de la misma sustancia.

(Foto: Especial/DEA)
(Foto: Especial/DEA)

Sin saberlo, Marín González terminó vendiendo la droga a un agente encubierto de la DEA en diferentes lugares de California. Lo que dio una de las primeras pesquisas contundentes en las investigaciones.

Cerca de cinco meses después, es decir en marzo de este año, se registró un periodo de gran actividad de Núñez Herrera, quien en dicho mes negoció la entrega de múltiples kilogramos adicionales de polvo de fentanilo de México a los EEUU, según asegura la agencia antidrogas.

Como parte de esas conversaciones, aproximadamente el 18 de marzo de 2023, Núñez Herrera acordó entregar fentanilo en Los Ángeles a través de un asociado.

Asimismo, en el aparcamiento de un restaurante ubicado en el mismo estado, Alan concretó la entrega de aproximadamente nueve kilogramos de fentanilo en polvo.

Cabe señalar que toda la droga terminó siendo incautada por la DEA tras las labores de inteligencia.

Fue así que apenas el 4 de abril de 2023, un gran jurado federal del Distrito Sur de Nueva York presentó una acusación formal contra Alan Gabriel Núñez Herrera y otras personas por conspiración para la importación de fentanilo, conspiración para el tráfico de fentanilo, posesión de ametralladoras y artefactos destructivos y conspiración para el blanqueo de capitales.

Con el nombre de Núñez Herrera sumado a la lista de los más buscados por el gobierno estadounidense ya son un total de 8 mexicanos los que están en la mira de la agencia antidrogas de Estados Unidos.

Entre los objetivos prioritarios actuales destacan los nombres de El Mayo Zambada, Iván Archivaldo Guzmán y Nemesio Oseguera Cervantes, todas figuras vinculadas al tráfico de drogas en el país que actualmente vive una grave crisis sanitaria a causa del consumo de fentanilo.

Iván Archivaldo Guzmán Salazar ocupa el top tres de la DEA. Foto: Captura de pantalla
Iván Archivaldo Guzmán Salazar ocupa el top tres de la DEA. Foto: Captura de pantalla

La “persecución” de Los Chapitos

La actualización de la lista se dio apenas en abril de este año, poco antes de que los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán, mejor conocidos como Los Chapitos, se deslindaran de las acusaciones que pesan en su contra sobre trasiego de droga, especialmente de fentanilo.

A través de una carta entregada el pasado 3 de mayo a la periodista Azucena Uresti, de Milenio, los hijos de El Chapo se delindaron del Cártel de Sinaloa, organización delictiva fundada por su padre.

En primera instancia, acusaron que la presencia del crimen organizado bajo el nombre de dicha célula criminal en Sinaloa, se debe a un “sinnúmero de grupos pequeños y grandes que tienen su base de operaciones en el estado o son integrados por personas de la región”, mismos que supuestamente usarían el legado su padre para “poder trabajar con impunidad”.

A la par de estos señalamientos, Los Chapitos reprocharon a la DEA, pues si bien reconocieron la presencia de fentanilo en el estado del cual son originarios, negaron que ellos trabajen con dicho opioide. Bajo este sentido los hermanos Guzmán han acusado que se les ha convertido “en chivo expiatorio”.

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