Teresa Magueyal, madre buscadora, fue asesinada en la localidad de San Miguel Octopan, en Celaya, Guanajuato, así lo informó el colectivo Una Promesa por Cumplir (UPPC).
Magueyal buscaba a su hijo José Luis Apaseo desde 2020. A más de tres años de que comenzó su búsqueda fue asesinada este 02 de mayo.
“La señora Teresa, integrante del colectivo Una Promesa por Cumplir, buscaba a su hijo José Luis Apaseo Magueyal, desaparecida el 06 de abril de 2020 en San Miguel de Octopan, Celaya. Hoy otra madre fue asesinada sin conocer el paradero de su hijo”, informó la organización sin fines de lucro en redes sociales.
El colectivo exigió a las autoridades investigar el homicidio de Teresa y brindar medidas de reparación a su familia y de seguridad para el resto de integrantes de la organización, ya que aseguraron “en Guanajuato las mujeres que buscamos no estamos seguras, nos matan a plena luz del día, en espacios públicos y en total impunidad”.
Medios locales informaron que Teresa fue asesinada minutos antes del medio día en la calle Melchor Ocampo, en las inmediaciones del Jardín de Niños de San Miguel Octopan.
La mujer circulaba a bordo de su bicicleta cerca de la escuela cuando fue atacada con un arma de fuego. Testigos que escucharon las detonaciones dieron aviso a las autoridades.
Cuando los policías llegaron encontraron el cuerpo de Teresa tendido sobre el asfalto. Presuntamente tenía heridas de bala en el pecho y la cabeza.
El paradero de José Luis, hijo de Teresa, sigue siendo desconocido. Sin embargo, Una Promesa por Cumplir se comprometió a continuar con la búsqueda.
José Luis tenía 34 años cuando desapareció. Lo último que se supo de él es que fue visto en San Miguel Octopan el 06 de abri de 2020. Vestía pantalón de mezclilla claro, playera gris y tenis Converse blancos.
Las señas particulares del hijo de Teresa son: tatuajes en los brazos de San Judas Tadeo y San Miguel Arcángel, de la figura de un perro en el pecho y con la leyenda “Hecho en México” en la espalda.
Madres buscadoras asesinadas en México
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), en 2022 cinco activistas pertenecientes a colectivos de búsqueda fueron asesinadas. De estas cuatro buscaban a sus hijos y una más, Gladys Aranza Ramos, buscaba a su esposo.
Las madres buscadoras asesinadas el año anterior son Ana Luisa Garduño, Blanca Esmeralda Gallardo, Rosario Lilián Rodríguez Barraza y María del Carmen Vázquez.
Sin embargo, no se trata de una problemática reciente. Uno de los casos más recordados, el de Marisela Escobedo, ocurrió hace más de una década.
Marisela fue asesinada frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua en Ciudad Juárez el 16 de diciembre de 2010. Llevaba más de una semana fuera del edificio gubernamental exigiendo justicia por el feminicidio de su hija Rubí Marisol Frayre.
Rubí fue víctima de feminicidio en 2008. Un año después, tras una intensa labor de búsqueda por parte de su madre, el feminicida confesó el crimen e indicó en donde estaban los restos de la joven de tan solo 16 años.
Pese a que el feminicida declaró que asesinó a Rubí fue liberado tras ser absuelto por falta de pruebas. La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió una recomendación en relación a este caso y después de eso un tribunal superior cambió la sentencia; sin embargo, el responsable huyó.
Fue en ese contexto que Marisela Escobeda hizo un plantón frente al Palacio de Gobierno. Su asesinato causó gran eco, ya que para ese momento ya era un símbolo de lucha contra la impunidad.