Hugo Garrido y Javier Gutiérrez llevaban tres meses desaparecidos. Lo último que se supo de ellos es que habían dejado a unas amigas en un fraccionamiento ubicado en Tlajomulco, Jalisco. Pese a las labores de búsqueda, se desconocía su paradero, hasta que el padre de uno de ellos tuvo un sueño que le reveló el lugar donde los encontrarían.
Los jóvenes jaliscienses llevaban más de 15 años de conocerse. El 11 de diciembre de 2022 salieron con otro grupo de conocidos y dejaron a unas amigas en un domicilio del fraccionamiento Villa Fontana Aqua. Cuando iban de regreso, fueron perseguidos por sujetos armados. Hugo alcanzó a contactar a su padre, le informó sobre lo sucedido y le mandó su ubicación.
De manera inmediata sus familiares se trasladaron al lugar indicado, pues desde ese momento perdieron la comunicación con ellos. Pese a que buscaron por varias horas en dicho sitio, lo único que encontraron fueron algunas partes del carro de Hugo que estaban en una finca del lugar. Aunque preguntaron a los vecinos de la zona, nadie vio o escuchó cómo se desvalijaba el vehículo.
A partir de ese momento se intensificaron los trabajos para dar con la ubicación de los jóvenes. Tras varias semanas de búsqueda, a finales de marzo se dio a conocer que tanto Hugo como Javier fueron localizados sin vida en una casa abandonada en el fraccionamiento mencionado, según informaron los familiares de las victimas.
Sueño del padre de Javier
El señor Guadalupe -padre de Javier Gutiérrez- indicó que cada día se encomendaba a Dios para saber dónde estaba su hijo, pues ante la falta de indicios sobre su paradero desconocía el estado en que se encontraba. Así transcurrieron días, semanas y meses, hasta que en una noche tuvo un sueño revelador.
En una entrevista para Univisión, el padre de Javier indicó que a través de su hijo pudo conocer el número de la vivienda donde encontrarían su cuerpo. “Un día se me manifestó mi hijo en un sueño, me dijo el número de la casa y ahí lo encontré”, comentó el adulto mayor.
De acuerdo con sus declaraciones, Guadalupe se trasladó de nueva cuenta al fraccionamiento y lo recorrió hasta ubicar el inmueble mencionado. Cuando vio el mismo número, se adentró en él y comprobó la señal de su hijo, cuyo cuerpo se encontraba en un cuarto de baño junto al de su amigo Hugo. En esa misma casa las autoridades encontraron el cráneo de una persona.
“Nuestros papás cumplieron con su promesa hermanito y Javier (...) Por fin regresarán a casa”, comentó un familiar de Hugo a través de la página de Facebook “Justicia por Hugo Garrido y Javier Gutiérrez”. Tras su localización, elementos de la Fiscalía estatal y policía municipal aseguraron el área, pues se presume que en los alrededores habían fosas clandestinas con decenas de cuerpos.
Tras una serie de dificultades y para la entrega de sus cuerpos, el 24 de abril Hugo y Javier (de 26 y 27 años de edad, respectivamente) fueron velados en un domicilio ubicado en la avenida Copalita #62, en la colonia Vicente Guerrero, en Zapopan, Jalisco. “Su amistad merece que estén juntos hasta el final”, se mencionó. Al día siguiente, se realizó una misa en el templo de San Antonio de Padua, ubicado en la colonia 25 Vicente Guerrero.
“Han pasado casi cinco meses desde que nuestra pesadilla comenzó y seguimos preguntándonos por qué ellos. ¿Por qué a nuestra familia nos tocó vivir esto? Tenemos un sinfín de preguntas sin respuestas, pero por lo menos ahora ya sabemos en dónde están”, expresó el hermano de Hugo el pasado sábado 29 de abril en una publicación en redes sociales.