“Una película sobre adolescente nacidos en el lugar equivocado, en el momento equivocado y en las circunstancias sociales equivocadas”, es la sinopsis con la que el documental Los Plebes invita a la audiencia a conectar con el proyecto audiovisual dirigido por Emmanuel Massú y Eduardo Giralt Brun.
A lo largo de 75 minutos y con grabaciones hechas con teléfonos celulares, Los Plebes retrata la vida de jóvenes sicarios que prestan sus servicios al crimen organizado en el estado de Sinaloa, pero desde una visión que los humaniza.
Aunque el documental estrenó en 2021 en el Festival Internacional de Cine de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) este 2023 llegará a las salas de la Cineteca Nacional el próximo viernes 28 de abril, de acuerdo con una publicación en las redes sociales del recinto.
Los directores Eduardo Giralt Brun y Emmanuel Massú se infiltraron en el mundo del narcotráfico y grabaron con sus celulares el día a día de Los Plebes, el eslabón más bajo de la organización criminal que controla el territorio: el Cártel de Sinaloa.
Se le llama “plebes” a los niños y jóvenes en el norte de México que son reclutados por el crimen organizado para incurrir en tareas que van desde el halconeo hasta el sicariarto. El título del trabajo cinematográfico de Eduardo Giralt Brun y Emmanuel Massú buscó fijar la atención hacia un sector vulnerable de la población golpeado por el ascenso de los cárteles de la droga tanto en el estado de Sinaloa como en el resto del territorio mexicano.
Pese a la denuncia social que implícitamente lleva el documental, la narrativa del proyecto cinematográfico no opera a través del testimonio, sino que los directores optaron por el acompañamiento y registro de las actividades de sus protagonistas que por seguridad se mantienen anónimos.
Más allá de ser mensajes, guardias o sicarios, Los Plebes son retratados en el documental desde su parte más íntima, es decir, en su día a día realizando retos virales en el celular, jugando con sus mascotas o videojuegos y, por supuesto, limpiando o preparando sus armas de combate.
De este modo, Los Plebes buscan reconciliar la personalidad de una adolescente común con la vida de jóvenes sicarios para visibilizar, sin juicios morales, como la violencia se ha arraigado en las entrañas de los sectores más vulnerables de la población que han vivido bajo el asedio de grupos criminales que han operado durante épocas.
“Yo no creo que el cine pueda cambiar nada, eso me suena demasiado narcisita, (...) pero el cine sí que puede hacer mucho daño y siento que el cine acá en su mayoría ha hecho mucho daño”, declaró en entrevista para la agencia EFE el director Eduardo Giralt.
Las imágenes recopiladas y plasmadas en el documental Los Plebes son las de un país en guerra, no obstante, el tratamiento de ese mismo material lo aleja del sensacionalismo y apela en su lugar a un punto de vista personal hacia aquellos que la mayoría de las veces son retratados como villanos.
“Yo he perdido amigos, he cargado sus cajones. Hemos estado juntos en la escuela desde la primaria, sus vidas terminaron antes que la mía. Es un contexto de familias y generaciones, familiares que vienen con rango al interior de la organización. Otros, viven en una precariedad que enseña a cobijarte en la organización” relató Emmanuel Massú en entrevista para la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
“A raíz de todo esto, ¿Cuántos no odian lo que hace otro humano orillado por su situación? No es excusa, ni puntos de ventaja. El crimen ha dejado miles y miles de víctimas, pero no se habla del lado gubernamental. Podríamos debatir todo el día sobre eso, lo más real es lo que se ve en Los Plebes, eso es lo real: plebes que aunque tienen la cara dura y su pechera no la atraviesan las balas, tienen la emoción de abrazar un perro, sentir un afecto a las personas que los rodean, una mujer o lo bonito del cielo al atardecer. Esta sistematización del narcotráfico nos ha llevado a decir ‘todo es psicopatía o dinero y poder’”, expresó previo al estreno del documental en 2021 el director Emmanuel Massú.