En los últimos días han surgido rumores en torno a la salud del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), esto luego de que el mandatario confirmara el pasado domingo que estaba contagiado, por tercera vez desde que inició la pandemia, de COVID-19.
Ante esto, un diario local de Yucatán, en donde se encontraba el mandatario, informó que AMLO había sufrido un paro cardiaco debido a su contagio de COVID-19, y debido a esto, se había desmayado. Además, se informó que había cancelado su gira en ese estado del sureste mexicano para volver a la Ciudad de México (CDMX) para aislarse y recuperarse.
Otra de las cosas que hicieron sospechosa la enfermedad y estado de salud del presidente de México, fue que medios de comunicación se contactaron con el vocero de la presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, quien se encontraba en una gira en Tamaulipas acompañando a la jefa de Gobierno de la capital, Claudia Sheinbaum Pardo, para preguntarle sobre los rumores de que AMLO se habría regresado a la CDMX y estaba delicado de salud. Ramírez Cuevas señaló que AMLO estaba bien y seguiría con su gira por el sureste mexicano, algo que, minutos después, desmintió el propio presidente, quien en un mensaje por medio de Twitter dio a conocer que ya estaba en la capital e informó sobre su contagio.
En su columna de este martes, el periodista Raymundo Riva Palacio aseguró que el gobierno no mintió al informar sobre el contagio de COVID 19 del presidente, sin embargo, lo que sí se ocultó fue el infarto que éste le provocó.
De ser cierto, este no sería el primer infarto que sufre el presidente López Obrador, pues en el año 2013 tuvo uno, del que él mismo dijo, pensó que no saldría vivo. Fue en diciembre de ese año que el mandatario tuvo un infarto en la Ciudad de México. Hace unos meses, en agosto del 2022, el presidente de México declaró que en esa ocasión el dolor que sintió fue tanto, que se resignó a morir.
Fue durante una gira de trabajo en Huamantla, Tlaxcala, que el presidente de México relató detalles del incidente médico que vivió hace casi 10 años, y aseguró que fue la atención oportuna la que le salvó la vida.
En esa ocasión, el mandatario señaló que “era tanto el dolor que tenía, que llegué a resignarme, porque ya no podía, ya no soportaba ese dolor. Los que han tenido infartos saben de lo que estoy hablando”.
“Afortunadamente se abrió un poco la arteria por esa intervención a tiempo, y ya llegó el cardiólogo, el especialista y ya me intervinieron, me hicieron cateterismo y me salvaron”, recordó López Obrador en aquella ocasión.
En ese contexto, el titular del Ejecutivo resaltó la importancia de contar con equipo necesario en cualquier hospital público para atender casos similares. “Les hablo de esto porque yo lo padecí y me salve porque me atendieron a tiempo, se me cerró por completo la vena, la arteria”, relató AMLO.
Asimismo, el presidente reiteró que la salud es primero y un derecho humano.
¿Qué es un infarto agudo al miocardio?
El infarto agudo al miocardio es un síndrome coronario agudo que se caracteriza por la aparición brusca de un cuadro de sufrimiento isquémico (falta de suministro de sangre) a una parte del músculo del corazón, producido por la obstrucción aguda y total de una de las arterias coronarias que lo alimentan.
El infarto se reconoce por la aparición brusca de los síntomas característicos: dolor intenso en el pecho, en la zona precordial, sensación de malestar general, mareo, náuseas y sudoración. El dolor puede extenderse al brazo izquierdo, a la mandíbula, al hombro, a la espalda o al cuello.
La mayoría de los pacientes que padecen un infarto agudo de miocardio se recuperan con rapidez y lo suficiente como para poder desempeñar una vida prácticamente normal.