Al inicio del cuarto día de enfrentamientos entre el Ejército de Sudán y las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), la Organización de las Naciones Unidas (ONU) confirmó que han sido asesinadas al menos 185 personas, mientras que se estima una cifra superior a los 1.800 heridos.
En medio de dicho conflicto armado, que para varios especialistas podría representar la antesala a una guerra civil, hay nueve personas originarias de México, según reportes oficiales de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
La dependencia encabezada por el canciller Marcelo Ebrard emitió un comunicado en el que actualizó la cifra de connacionales atrapados en el país africano. Cabe mencionar que en días anteriores, según pudo confirmar Infobae México con un contacto directo en la zona de conflicto, se había reportado que eran ocho.
Hasta el 17 de abril, Karol Alejandra Arámbula Carrillo, quien trabaja como parte de la Misión de Integración de Naciones Unidas para la Asistencia de Sudán (UNITAMS, por sus siglas en inglés) y no pudo huir del conflicto, mencionó en entrevista que las personas mexicanas en aquel país eran:
- Elizabeth Campero Casey
- Karol Alejandra Arámbula Carrillo
- Osman Abdelmoneim
- Sofia Abdelmoneim Campero (menor de edad)
- Karim Abdelmoneim Campero (menor de edad)
- Vicente Antonio García Moreno
- Dr. Ortiz Monasterio
- Mariam Parra
Aunque el número de connacionales en aquel territorio se incrementó, hasta el momento no se ha revelado la identidad de la novena persona. Por su parte, la Cancillería les recomendó que, “ante la escalada del conflicto” y el peligro que representa, permanezcan en sus domicilios hasta que sea posible coordinar su evacuación.
“La Secretaría de Relaciones Exteriores, por medio de su Embajada en Egipto –concurrente ante Sudán–, ha estado en contacto permanente con las nueve personas mexicanas que se tiene conocimiento se encuentran en Sudán”, especificó la dependencia en un comunicado.
Las salidas de Sudán están bloqueadas
El principal obstáculo para que la población civil salga de las ciudades donde hay enfrentamientos es que las vías aéreas están bloqueadas. Incluso en Jartum, la capital, el aeropuerto fue destruido por las partes combatientes, según testimonios de Karol Arámbula.
Frente a esta situación la única alternativa es una salida por vía terrestre, pero para ello sería necesario que el Ejército y las FAR detuvieran su pugna bélica, ya que las calles son intransitables para las y los civiles.
En ese sentido, la SRE se sumó al llamado de la ONU a ambos frentes para que haya un cese inmediato a las hostilidades, de forma que sea posible “restaurar la calma e iniciar un diálogo para resolver la crisis actual”.
Lo anterior, para poder establecer una pausa humanitaria y que los gobiernos, en coordinación con organizaciones internacionales, puedan extraer a la población civil de las zonas de combate y darles acceso a servicios y suministros básicos, incluida la asistencia médica en caso de ser necesaria.
Hasta la presente publicación, distintos gobiernos, mediante sus instituciones de Relaciones Exteriores, han urgido a las fuerzas combatientes a detener los ataques, debido al riesgo que representan para la población.
Incluso Antony Blinken, Secretario de Estado de los Estados Unidos, informó que estableció contacto con Abdel Fattah Al-Burhan, comandante del Ejército sudanés, y con Mohamed Hamdan Dagalo, líder de las FAR, para subrayar la necesidad de un alto al fuego, pues “ya se han perdido demasiadas vidas civiles”.