El anuncio de un próximo concierto de Madonna en la Ciudad de México, que será en enero del 2024, ha revivido la euforia que solo La Reina del Pop suele causar entre sus fans. Sin embargo, la primera vez que pisó tierra Azteca un importante político mexicano de la época trató de frenar a toda costa su llegada y presentaciones, convirtiéndose en una historia que ha vuelto a resurgir a 30 años de aquel momento.
La cantante estadounidense ya era una leyenda con tan solo 10 años de trayectoria cuando los mexicanos se sorprendieron al saber que se presentaría en la capital del país, curiosamente dentro de la misma semana en la que Michael Jackson también lo haría. La también actriz había sido contemplada para inaugurar una versión prematura del Foro Sol, bautizándolo en ese momento como el “Nuevo Foro de Conciertos Autódromo Hermanos Rodríguez”, que consistía en cuatro gigantescas gradas en una de las curvas del lugar.
La nominada al Oscar tenía una fecha contemplada: 10 de noviembre de 1993, pero la alta demanda en busca de accesos terminó generando la apertura de dos fechas más -12 y 13-. Pese al rotundo éxito que eso demostraba, un distinguido político planteó en la Cámara de Diputados que los shows no se llevaran a cabo, pues la mala reputación de la cantante entre grupos conservadores y religiosos había trascendido el rumor de que “se masturbaba con un crucifijo” en vivo y que el concepto del espectáculo trascendía los valores que había en el país.
Fernando Lerdo de Tejada, Madonna y sus “antivalores”
Aunque existía más de un político conservador que concordaba con la ideología y propuesta del ex diputado afiliado al Partido Revolucionario Institucional (PRI), sería él quien, de acuerdo a Diario de los Debates de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión del 20 de octubre de 1993, se pronunciaría en la tribuna del Palacio Legislativo de San Lázaro con una carta de terceros que reunía sus intenciones.
“Espectáculos que nos denigran, al brindar forma abierta y peor aún, pagándole, a gente proveniente de subculturas extranjeras que, como Madonna, promueven los antivalores más agudos, tales como el homosexualismo, el lesbianismo, las prácticas sodómicas, la vieja lucha generacional que busca enfrentar a padres contra hijos, la proclividad al vicio y las malas costumbres”, inició.
Asegurando que en países europeos e incluso en su natal Estados Unidos Madonna no era bien recibida con la gira The Girlie Show’proveniente de su álbum más polémico Erotica, Fernando Lerdo de Tejada propuso que se tomaran las mismas medidas a favor del conservadurismo de los valores que México tenía y la imagen que a nivel internacional reflejaba el no permitir que la estrella pop trajera el controversial espectáculo.
“Estos motivos llevaron a las autoridades de Alemania e Italia a cancelar los conciertos que la cantante tenía programados en fecha reciente en esos países. No parece haber motivo alguno por el que nosotros sí debamos aceptar la difusión de una fuente de contaminantes tan peligrosos. Una vez expuesto lo anterior, queremos manifestar a través de nuestros legisladores nuestro rechazo y desaprobación a la pseudocultura y antivalores que promueve esta cantante”, expresó según el reporte.
El Rey del Pop y La Reina del Pop conquistaron México en 1993
Pese a los intentos de sabotaje sobre ella y el no existir señalamientos similares con el cantante que había comenzado a verse implicado en graves acusaciones, ambos ídolos pop abarrotaron cada una de sus presentaciones, convirtiendo al país en uno de los únicos que tuvieron a las super estrellas en sus más importantes escenarios.