El Universo Cinematográfico de Marvel (UCM) ha acumulado millones de fanáticos alrededor del mundo gracias a sus múltiples producciones e historias que permiten a cualquier espectador adentrarse en un mundo de ciencia ficción en el que nada es imposible. De este modo, en febrero de 2023 a la pantalla grande llegó Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, la tercera entrega de la serie de películas que narra las aventuras del superhéroe que ha encarnado el actor Paul Rudd.
Si bien el éxito que la cinta cinematográfica tuvo en taquilla fue innegable, más allá de los superhéroes y villanos que cautivaron a la audiencia, los misterios sobre el mundo cuántico que planteó la película dirigida por Peyton Reed generaron grandes dudas sobre sus similitudes -o diferencias- con la realidad.
Aunque no es un secreto que las películas del UCM suelen tener conexiones con la realidad, Ant-Man y la Avispa: Quantumanía basó gran parte de su narrativa en principios de la física cuántica, mismos que fueron analizados por académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en un reciente artículo publicado en UNAM Global.
Realidad y ficción en el mundo cuántico de Ant-Man
“El universo en el que vivimos es cuántico; desde la época del Big Bang hasta el día de hoy, sigue siendo cuántico. No necesitamos las partículas Pym que utiliza Ant-Man; en estos momentos vivimos en ese reino”, afirmó Saúl Ramos Sánchez, investigador del Instituto de Física de la Máxima Casa de Estudios en México.
El académico universitario explico que, si bien el reino cuántico que presenta Marvel guarda cierta similitud con el de la vida real, éste también tiene sus diferencias ya que las leyes físicas que resultan familiares -como la gravedad o el movimiento de una pelota en el planeta Tierra- son distintas a las que rigen el comportamiento de las moléculas, los átomos y las partículas subatómicas.
Para explicar el reino cuántico de Ant-Man, Saúl Ramos Sánchez evocó el principio de incertidumbre de Heisenberg, el cual plantea que solo es posible determinar la probabilidad de que un átomo esté en un lugar o tenga una cierta velocidad, aunque es imposible medir eso con total certeza.
Al recordar que el universo es relativista, el principio de incertidumbre de Heisenberg ayuda a entender que la forma en la que hoy se ve algo contiene, probabilísticamente, propiedades de cómo fue en el pasado y de cómo será en el futuro.
“A nivel cuántico, el universo se comporta como una especie de sustancia indefinida, en donde el aquí y ahora es tan efímero como la naturaleza corpuscular y ondulatoria de un átomo, donde no todo está completamente definido. Ese sería el reino cuántico, y ahí podemos encontrar todas las partículas de las que estamos compuestos”, explicó el investigador del Instituto de Física de la UNAM.
Una de las diferencias existentes entre la realidad cuántica y el universo de Marvel está relacionada al tiempo y el espacio. En Ant-Man y la Avispa: Quantumanía se plantea que esos factores no existen, mientras que en la realidad sí y están regidos por reglas para las experiencias cotidianas.
“La definición del tiempo es un problema para la ciencia y la filosofía. No obstante, podríamos decir que, para cosas ‘grandes’ como nosotros, el tiempo es una especie de medición de los cambios”, apuntó Saúl Ramos Sánchez.
Para ejemplificarlo, el investigador de la UNAM señaló que en el planeta tierra los seres humanos pueden observar cambios al verse más viejos cada día a través de arrugas o canas, no obstante, en el caso de las partículas éstas exhiben comportamientos del presente, pasado y futuro, todo al mismo tiempo.
“En el microcosmos cuántico, la edad y la posición de una partícula no están bien definidas, porque solo podemos indicarlas probabilísticamente, ya que también el espacio-tiempo está sometido al principio de Heisenberg. Por eso es evidente que podría haber minúsculos puentes entre el presente, el pasado y el futuro, y entre distintos lugares del universo”, explicó Saúl Ramos Sánchez.
Bajo ese tenor, el académico de la UNAM apuntó que las partículas podrían establecer conexiones entre los distintos punto del espacio y tiempo que les permitiera moverse hacia un lugar en el pasado o hacia el futuro en el microcosmos cuántico.
El académico Saúl Ramos Sánchez concluyó que, al igual que Ant-Man, la física cuántica podría permitir viajes en el tiempo si los seres humanos fueran capaces de volverse lo suficientemente diminutos, tal y como lo hace el superhéroe del UCM.
Del mismo modo, al ser el universo cuántico, las partículas como electrones, protones y neutrones tienen comportamientos cuánticos en tanto que la mecánica cuántica y el principio de Heisenberg rigen el comportamiento de las partículas subatómicas.
Finalmente, el académico de la UNAM apuntó que el tiempo y el espacio en el mundo cuántico difieren de la experiencia cotidiana y podrían estar conectados de manera sorprendente, no obstante, la definición de dichos factores se desvanece en el microcosmos cuántico.