Vincularon a proceso a cuatro militares involucrados en la masacre de jóvenes en Nuevo Laredo

Son acusados por los delitos de homicidio calificado y en grado de tentativa

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Familiares de los cinco jóvenes asesinados reclamaron a los soldados para que no se llevaran las camioneta en donde fueron acribillados. Foto: Reuters
Familiares de los cinco jóvenes asesinados reclamaron a los soldados para que no se llevaran las camioneta en donde fueron acribillados. Foto: Reuters

Un juez federal vinculó a proceso a cuatro elementos del Ejército Mexicano por su presunta responsabilidad en los delitos de homicidio calificado y homicidio calificado en grado de tentativa por la muerte de cinco jóvenes y lesiones a uno más en Nuevo Laredo, Tamaulipas.

Se trata de los soldados Bernardo, Agustín, Jorge Nicolás y Juan Carlos, mismos que enfrentarán su proceso penal bajo la medida cautelar de prisión preventiva oficiosa desde el Campo Militar No 1 en la Ciudad de México.

De acuerdo con el diario Milenio, Eduardo Javier Sainz Torres, quien es juez de control del Centro de Justicia Penal Federal con sede en Reynosa, Tamaulipas, notificó su resolución a los militares quienes siguieron las audiencias a través del sistema de video conferencia.

Esta es la camioneta donde viajaban los siete jóvenes. Foto: REUTERS/Jasiel Rubio
Esta es la camioneta donde viajaban los siete jóvenes. Foto: REUTERS/Jasiel Rubio

Hasta el momento, la Fiscalía General de la República (FGR) no ha informado sobre esta vinculación a proceso, pero el Ministerio Público de la Federación, a cargo de Alejandro Gertz Manero, había señalado que los militares son probables responsables de la muerte de los cinco jóvenes identificados como Gustavo Pérez, Wilberto Mata Estrada, Jonathan Aguilar Sánchez, Alejandro Trujillo Rocha y Gustavo Ángel Castillo.

Los militares también son acusados por las lesiones que provocaron a otras dos personas en el mismo evento, y de acuerdo con las investigaciones de la FGR, la fatal agresión se registró ocurrió en la colonia Manuel Cavazos, donde los siete jóvenes viajaban en una camioneta.

De acuerdo con la versión de los hechos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), cerca de las 5 de la mañana del domingo 26 de febrero, mientras elementos del Ejército Mexicano realizaban sus recorridos de vigilancia, agentes de una base de operaciones de Nuevo Laredo escucharon disparos, por lo que se dirigieron a la dirección de donde provenían.

Los elementos castrenses vieron una camioneta tipo pick up con siete personas a bordo que, según la Sedena, iban a acceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, por lo que al observar la presencia de las tropas, aceleraron de manera intempestiva y evasiva, pero se impactaron con un vehículo que estaba estacionado.

La Sedena precisó que comenzaría investigaciones por parte de la Fiscalía General de Justicia Militar sobre los efectivos involucrados, lo cual ya ocurrió.  Foto REUTERS/Jasiel Rubio
La Sedena precisó que comenzaría investigaciones por parte de la Fiscalía General de Justicia Militar sobre los efectivos involucrados, lo cual ya ocurrió. Foto REUTERS/Jasiel Rubio

El choque de la camioneta provocó un fuerte estruendo, según la Sedena, por lo que personal militar accionó sus armas de fuego matando a los cinco jóvenes. Uno que quedó herido y otro más resultó ileso.

En su momento, el Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo informó que la camioneta donde viajaban los adolescentes tenía al menos 20 impactos de bala y dos personas habrían sido “rematadas” en la nuca cuando se encontraban tiradas en el pavimento.

Luego que está masacre tomara relevancia a nivel nacional, la Sedena precisó que comenzaría investigaciones por parte de la Fiscalía General de Justicia Militar sobre los efectivos involucrados, lo cual ya ocurrió.

Sin embargo, la FGR y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) comenzaron una carpeta de investigación para determinar las responsabilidades y que estos efectivos militares fueran juzgados en el ámbito civil, mismo que está en proceso.

Un saldo apuntó con su arma a un familiar que buscaba que no se llevaran el vehículo donde viajaban los jóvenes. Foto: REUTERS/Jasiel Rubio
Un saldo apuntó con su arma a un familiar que buscaba que no se llevaran el vehículo donde viajaban los jóvenes. Foto: REUTERS/Jasiel Rubio

Según el Código de Justicia Militar, quien comete el delito de desobediencia, “el que no ejecuta o respeta una orden del superior, la modifica de propia autoridad o se extralimita al ejecutarla”, podría recibir de uno a dos años de cárcel según la gravedad de la misma.

“Artículo 303.- La desobediencia en actos del servicio será castigada con un año de prisión, excepto en los casos siguientes: I.- Cuando ocasione un mal grave que se castigará con dos años de prisión; II.- cuando fuere cometida en campaña, que se castigará con cinco años de prisión, y si resultare perjuicio a las operaciones militares, con diez años de prisión”, detalla el Código.

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