Qué significan las rayas blancas en el pollo y por qué no es recomendable comerlo

Por su valor nutricional, el consumo de carne de pollo ha sido recomendado por especialistas para su inclusión en la dieta de las personas. Con el paso de los años, se ha convertido en uno de los alimentos más consumidos en el mundo, aunque en medio de la demanda han aparecido piezas con estrías o líneas de color blanco que indican una señal de alerta.

Una vez exhibidos en los mostradores sin piel y sin hueso, algunas piezas de pollo, principalmente la pechuga, suelen presentar algunas estrías en medio del tejido muscular. Si bien no significa un riesgo inminente para la salud de las personas consumidoras, sí es un signo de baja calidad nutrimental, así como de las malas condiciones de crecimiento en las que vivió el animal antes de ser comercializado.

De acuerdo con la organización de la sociedad civil (OSC) fundada en los Estados Unidos, The Human League, las estrías blancas en la carne de pollo aparecen en aquellos animales que fueron sometidos a procesos de crecimiento acelerados exponencialmente y en reducidos periodos de tiempo. De esa forma, también cuentan con niveles energéticos significativamente superiores a los normales.

“En pocas palabras, las rayas blancas son evidencia de un crecimiento rápido y el crecimiento rápido es evidencia de la codicia corporativa”, expresaron en una investigación publicada en su sitio web en agosto del año 2021.

Idealmente, la crianza de animales de consumo debe estar regulada por normas y agentes sanitarios que garanticen la mejor calidad nutricional para las personas, al tiempo que se procuren las mejores condiciones de crianza. No obstante, en algunas granjas optan por acelerar el proceso para lograr el comercio en mayor volumen.

El motivo principal de dichas acciones es la satisfacción de los elevados índices en la demanda en la carne de pollo alrededor del mundo. No obstante, al fomentar el consumo de manera creciente, dejan de lado la calidad nutrimental de la carne, así como las condiciones de vida de los animales antes de ser sacrificados.

Debido al proceso de engorda acelerado y antinatural de los pollos, sus músculos se desarrollan con mayor rapidez. Por ese motivo, el bombeo de la sangre y, por tanto la oxigenación, es insuficiente para irrigar todos los músculos, los cuales se inflaman y sufren desgarros en su estructura. Es así que otros componentes como el colágeno y las grasas reemplazan el músculo dañado.

Al respecto, un estudio realizado en la Universidad de Bolonia, Italia, en pollos que presentaron rayas blancas en sus tejidos indicó que la presencia moderada y severa de dichas estrías también fue un sinónimo de un mayor contenido de grasa en los animales con dicha afección.

De igual forma, presentaron un menor nivel de proteína que el tejido de los pollos desarrollados en condiciones más saludables. En tanto, la calidad de dicha molécula fue notablemente menor debido a la mayor presencia de colágeno entre sus componentes. Por lo tanto, el contenido energético también fue notablemente superior a los niveles normales.

“En conclusión, hubo un gran empeoramiento del valor nutricional de la carne de pechuga de pollo luego de la aparición de rayas blancas y eso podría afectar la actitud del consumidor hacia la carne de las aves”, expresaron en el estudio referido.

En primera instancia, el consumo de la carne de pollo con estrías de color blanco podría no representar un riesgo directo para la salud. No obstante, su consumo constante podría tener consecuencias asociadas a la acumulación energética en el cuerpo, así como sobrepeso, obesidad y el desarrollo de algunas de las enfermedades asociadas a dichas condiciones.